DESDE LA TIERRA

Un regalo o un castigo

Un regalo o un castigo

Lupe Cajías.- “Y qué riqueza producen esos parlamentarios”, preguntaba a todos y a nadie mi ocasional vecina en el trufi, mientras escuchábamos las declaraciones de la diputada Marianela Paco justificando el no pago del doble aguinaldo a los trabajadores pasivos.
El debate se generalizó; “y los policías, con qué sudor han aumentado el PIB del país”, comentó el conductor quejándose porque él no recibirá nada extra, pero su esposa compró más caros algunos productos este fin de semana.
“No, nada subió, más bien la papa ha bajado”, contradijo una chica, feliz porque tanto su papá como su mamá tendrán doble aguinaldo y lo destinarán a arreglos en la casa. “Esa platita viene bien a todos”, provocó y durante el trayecto la discusión se entreveró entre datos personales y de los entrevistados por la emisora.
Amanecía en la sede del gobierno y a lo largo de la jornada acumulé discusiones similares. ¿Qué hacen los militares para recibir semejante premio mientras los que siembran frutas en los Yungas deben vencer tantas dificultades todos los días? La mayoría opinó que los primeros mandatarios deberían dar ejemplo renunciando a su auto-premio, igual los ministros, viceministros, los gerentes y ¡sobre todo! los parlamentarios. Los alcaldes y los gobernadores, según los resultados de su gestión en términos productivos, podrían evaluar cómo ese pago afecta las inversiones.
En el barrio, la dueña de una librería estaba “con ataque”; da trabajo a dos empleados y sobrevive con las ventas de su pequeño negocio. Por el momento, me dijo, esperará alguna negociación. Una oficina suspenderá los festejos, los regalos y canastones tradicionales para cubrir una parte y para otra se prestará dinero de un familiar. Otra salida era sacar de los fondos reservados para beneficios sociales, pero la auditoría del próximo año seguro observará esa decisión. “No entiendo cómo la Contraloría permite esa malversación pues ninguna entidad pública anotó ese presupuesto y meterán mano a otras partidas”, cree el gerente.
La peluquera anunció que no podrá cumplir con el pago y pidió comprensión; cada enero viaja a Argentina a traer sus insumos al por mayor para abaratar costos y se quedaría sin capital, además ahora le tocaba dar quinquenios. La vendedora de la farmacia recibirá doble aguinaldo, pero más de la mitad servirá para pagar los dobles aguinaldos de la enfermera y de la empleada de su mamá viuda.
Dicen los especialistas que el decreto del aguinaldazo condena al país a no tener jamás crecimiento sostenido.
Ni siquiera en la economía doméstica, un ama de casa se arriesgaría tanto.