LA NOTICIA DE PERFIL
Cómo gastar el Doble Aguinaldo
Cómo gastar el Doble Aguinaldo
Paulovich.- Al comenzar el hermoso mes de Diciembre, me aprestaba a recibir un doble aguinaldo navideño de parte de mis tías que viven en el extranjero cuando llegó a mi casa mi Pariente Espiritual, fresca como una lechuga peruana y brillosa cual una deliciosa manzana chilena.
Al verla tan frutal y tan guapa, no pude menos que lanzarle un requiebro y decirle: “¡Bendita sea la belleza de la mujer cochabambina!”, respondiendo Macacha: “Es usted un ciego mentiroso”.
Al iniciar nuestra conversación y comentarios de la prensa nacional; yo lancé un suspiro y exclamé ¡Quién tuviera la suerte de recibir doble aguinaldo! Pero ella pareció no escucharme y me dijo:
-Hoy que comienza el mes de Diciembre, vengo a recordarle que usted, compadrituy, debe pagarme los intereses correspondientes al mes de Noviembre por los préstamos que le concedí hace dos años.
Sus palabras me parecieron torpes y brutales después de todos los piropos que le eché, y comprendiendo que ésta no era la hora de pelear con ella sino de dialogar, la tranquilicé diciéndole que pronto recibiría unos dineros que me enviarían mis tías que viven en el exterior y así nos podíamos lanzar a las calles para adquirir muchos obsequios para lo cual ella (Macacha) me debería facilitar unos mil dólares.
La buena cholita accedió a mi pedido y salimos juntos en busca de regalos.
Mientras recorríamos las calles de la Uyustus, comprobamos que los precios de las mercancías ya habían sido elevados gracias al Decreto del Doble Aguinaldo lanzado por Evito el Generoso, contándome Macacha que lo mismo había sucedido con los precios de los comestibles en los mercados populares.
Mientras yo cuidaba el dinero prestado que guardaba en mis bolsillos del pantalón y Macacha repartía sopapos entre los atrevidos mozos que le metían mano, llegamos a un puesto en el que ofrecían calzoncillos para hombres y calzones para mujeres pues existe la costumbre popular que estas prendas deben ser estrenadas la noche que precede al Año Nuevo; la entusiasta cholita me convenció y realizamos la adquisición, comprando la cochabambina unos calzones de color rojo que traen suerte para el amor, obligándome a comprar unos calzoncillos amarillos que atraen el dinero.
Cuando pagué la cuenta, vi que habían subido de precio abusivamente, diciéndome mi comadre de Quillacollo: “Ya lo dijo un Viceministro de Evito, el señor Vásquez, que no sufriríamos la subida de precios en artículos de primera necesidad, sino solamente en los calzones y calzoncillos que compramos para Año Nuevo”.
Mi comadre cochabambina añadió: “Parece que los Colaboradores del presidente Evo saben mucho de calzoncillos y muy poco del precio de las papas, el trigo, la harina, la quinua y los tomates…”
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