El tren que descarriló el domingo en Nueva York circulaba a una velocidad de 132 kilómetros por hora en una zona limitada a 48 km/hora, anunciaron ayer los investigadores.
El acelerador dejó de presionarse seis segundos antes de que se detuviera la locomotora y los frenos sólo se aplicaron al máximo de presión cinco segundos antes, señaló un informe oficial. EFE