Los proyectos de las avenidas

Gastón Solares Ávila.- En un desayuno trabajo, el señor Alcalde ha hecho conocer una interesante presentación de los seis proyectos del crédito Concretec para la reconstrucción de las más importantes avenidas de ingreso a la ciudad, incluyendo la denominada, y con toda razón, Avenida de la Vergüenza, proyectos que habrían recibido inicialmente el apoyo y felicitación del Concejo Municipal.
Lamentablemente, después el mismo Concejo rechazó la tramitación del crédito con la razón, o el pretexto, de que deberían utilizarse los 23 millones de bolivianos disponibles de la gestión, que estarían comprometidos para otras obras. Además, ese monto sería absolutamente insuficiente para garantizar la conclusión de uno solo de los proyectos de las avenidas.
La intención de esta nota no es dar la razón a ninguna de las partes, ya que eso es absolutamente secundario, sino tratar de influir para que las autoridades responsables de la ciudad se pongan de acuerdo, puesto que lo único claro es que más que razones, existen intereses partidarios que fanatizan a quienes han sido elegidos para resolver problemas y no para crearlos, como está ocurriendo.
Es increíble que haya acusaciones de uno y otro lado tratando de justificar la ineficiencia y culpando al adversario, o enemigo político, en lugar de consensuar entre servidores públicos pagados para trabajar en beneficio de la ciudad y de sus habitantes. Con ese injusto y poco equitativo “segundo aguinaldo” se perjudica al 80% de los ciudadanos que trabajan en actividades informales. Entre el 20% de los beneficiados, están precisamente los concejales que percibirán por este concepto un ingreso adicional de alrededor de 15.000 bolivianos. ¿Es justo pagar este “premio”?
Sería bien que las autoridades municipales se den cuenta de que Sucre no necesita solamente la aprobación de proyectos aislados, sino de una acción positiva y de emergencia para encarar obras de importancia y evitar que continúe el deterioro.
Para empezar esa acción tiene que coordinarse una campaña integral, con la participación de gobernantes y gobernados, puesto que éstos últimos también son responsables de la situación actual. Es la única forma de cambiar el rumbo y enfilarnos hacia la recuperación y reconstrucción, en lugar de seguir, como hasta hoy, el camino de los trabajos aislados y de las soluciones coyunturales que, por tanto, tienen efímera duración. La campaña tiene que iniciarse educando a la población para mantener limpia la ciudad, es lo primero y lo básico, puesto que de nada servirá comprar, por ejemplo carros basureros, si no se enseña a no ensuciar.
El tema de las avenidas está íntimamente ligado con el de la basura y ambos están en manos del Concejo Municipal, que es el único que puede modificar las recaudaciones de EMAS. Por ejemplo Tarija dispone de 36 carros basureros y cobra por el servicio 37.90 bolivianos por mes; Potosí tiene 32 carros y cobra 26 bolivianos y Sucre tiene 12 carros y cobra 19.80, siendo la urbe de mayor población. Por tanto, no se puede exigir milagros, sin crear las condiciones adecuadas apoyando, además, el plan de responsabilidad social que la empresa de aseo urbano lo está difundiendo poco a poco.
El Concejo tiene que actuar con responsabilidad y valentía sobre nuestra realidad porque alguien tiene que ponerle el cascabel al gato. Lamentablemente, son medidas poco populares y afectan los intereses políticos, pero están primero los intereses de todos los habitantes y los de la ciudad. Las avenidas están flanqueadas de basura y tanto este problema como el de su reconstrucción, tienen que ser resueltos simultáneamente si se desea realmente empezar por fin a poner en práctica soluciones efectivas. Esta manera de proceder, será la mejor campaña para alcalde y concejales para una eventual reelección, porque de mantenerse las cosas como están, sólo recibirán la censura de la población.