SUDAMERICANA El Ponte Preta brasileño empata a un gol y deja abierto el sueño de título en cancha de Lanús

Final abierta

Sao Paulo / EFE

El Ponte Preta, recién descendido a la segunda división brasileña, empató anoche 1-1 en Sao Paulo con el Lanús el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana y dejó abierta la decisión del título para la vuelta, este miércoles, en cancha del granate.
El equipo argentino se fue en ventaja a los 58 minutos con un tiro libre despachado por Paolo Goltz, pero el local igualó 20 minutos después con otro remate franco, este de Felipe Bastos.
El encuentro empezó con un mosaico en la grada del estadio Pacaembú con los colores blanco y negro que visten al Ponte Preta, acompañado de los gritos de los hinchas, la mayoría llegados de Campinas, ciudad a 100 kilómetros de Sao Paulo.
El primer tiempo ofreció muy poco fútbol y sólo dejó una ocasión de gol para cada equipo.
En la primera, del Ponte Preta a los 21 minutos, Fellipe Bastos hizo una jugada personal que acabó con un remate dentro del área que el portero Agustín Marchesín paró sin problemas.
La segunda, clamorosa, del Lanús un minuto antes del descanso. El ariete uruguayo Santiago Silva falló en la puntada ante el portero Roberto vencido, luego de un pase de la muerte de Jorge Pereyra Díaz, que hizo la mayor parte del trabajo.
Los primeros minutos de la segunda mitad parecieron ser una continuación de la primera: fútbol monótono. Pero a los 58 minutos apareció Paolo Goltz con su remate franco.
El zaguero ejecutó perfectamente una falta desde la frontal del área, sin dar opción a Roberto.
Parecía que el sueño del Ponte Preta empezaba a desvanecerse hasta que Fellipe Bastos devolvió con la misma moneda el gol de Paolo Goltz y estableció el empate.
A partir de ahí el Ponte Preta se creció y, con el apoyo de una afición que no paró de gritar, se convirtió en una fábrica de oportunidades de gol. Aún así, no pudo materializar ninguna, entre ellas en otra falta de Fellipe Bastos que se estrelló en el travesaño en los minutos finales.
De conquistar el título de la duodécima edición de la Copa Sudamericana, “la Macaca” (la mona) jugará en el 2014 la segunda división del Campeonato Brasileño y la Copa Libertadores.