El nuevo aeropuerto y el crecimiento de la ciudad

El nuevo aeropuerto y el crecimiento de la ciudad

Gastón Solares Ávila.- El título patrimonio histórico y cultural de la humanidad ha sido otorgado a toda la ciudad, no solamente al centro, aunque es precisamente la belleza arquitectónica del área central la que ha motivado tan importante distinción. Por tanto, es necesario dedicarle especial atención al crecimiento urbano en todas las zonas.
La construcción del nuevo aeropuerto implica que la ciudad irá creciendo hacia Yamparáez, detrás de los tradicionales cerros, área en la que existen terrenos de gran extensión, aunque por la altura es una zona más fría que la nuestra. El nuevo aeropuerto, cuya entrega está anunciada para mayo de 2014 según informa el Ministro de Obras Públicas, tendrá una influencia definitiva en la nueva imagen de nuestra ciudad, sobre todo si se tiene en cuenta que también la nueva Terminal de buses se proyecta ubicar en la misma zona, por lo que será necesario planificar la ampliación de las vías de acceso.
Las actuales autoridades tienen una gran responsabilidad porque de su accionar dependerá que Sucre mantenga sus características atractivas para el turismo. La Gobernación ya anunció que está planificando la doble ruta hacia Alcantarí, lo que es imprescindible. Hay tanto por hacer en esta ciudad que sería bien una competencia de eficiencia entre las principales autoridades, pero obviamente por diferentes obras lo que sólo es posible si ambas se ponen de acuerdo, que es lo único racional.
El Ministro de Obras Públicas constató que existe un avance de 42% en la construcción del aeropuerto en una evaluación hecha el pasado 31 de octubre, según la cual la capa asfáltica podría ser vaciada en este mes de diciembre puesto que los primeros 1.500 metros de la pista ya están listos para la imprimación de la capa base y sub capa. Se informó también que la pista de aterrizaje tendrá 3.600 metros de largo (la actual tiene 2.850) por 45 de ancho y que estará cubierta con pavimento flexible para cumplir con las normas de la OACI, la organización de aviación civil internacional.
Aunque la entrega no sea el próximo año porque aún falta mucho, lo importante es que se está haciendo la obra y que hay trabajo intenso en la zona. Ojalá el edificio Terminal tenga las características adecuadas a la Capital del Estado boliviano y que el estilo sea compatible con nuestra ciudad, para que el turista que llegue tenga como primera impresión la que corresponda a nuestra realidad.
Si se hacen bien las cosas, con un nuevo aeropuerto, con nueva Terminal de buses, con mejores caminos y mejor transporte aéreo, con la utilización adecuada del Centro Internacional de Convenciones que todavía carece de mobiliario y con una acción valiente y efectiva para devolverle a Sucre su condición de ciudad blanca y limpia, podemos empezar a explotar nuestra riqueza turística y evitar así que nuestros jóvenes se vayan a otras regiones en las que tienen mejores condiciones de vida y progreso.
Es increíble que hayan sido los extranjeros los que nos hayan abierto los ojos sobre las características turísticas. En efecto, son varios los que vinieron de paso y se quedaron, ya sea para abrir excelentes restaurantes y casas de huéspedes, las que publicitan por Internet para atraer cada vez mayor número de turistas. Sin embargo, es justo también reconocer la labor de otros emprendedores nacidos en Sucre, que trabajan con todo éxito y que prestan excelentes servicios en los campos de hotelería y gastronomía.
Si a lo indicado se suma la restauración de viejas casonas para el funcionamiento de entidades financieras y actividades universitarias, sólo falta añadir lo que tiene que hacer el Municipio que debe dictar las normas y hacerlas cumplir para evitar que se pierdan nuestras características que son las que bien explotadas pueden cambiar nuestro futuro.