Improvisación y apatía

Improvisación y apatía

Juan José Bonifaz B..- Por el desinterés de Chuquisaca sobre su patrimonio en el sudeste, no se puede dejar de manifestar preocupación, duda y molestia. El irresponsable manejo de su potencial hidrocarburífero, cuya protección, control y seguimiento están confiados a la improvisación y actores extraños, pese a las históricas pérdidas territoriales, que hoy benefician a otros departamentos por la tradicional obsecuencia de sus políticos, y la apatía de su población, como veremos.
Últimas publicaciones de “Correo del Sur” se refieren a posiciones voraces de nuestro vecino que no satisfecho con Margarita y Huacaya, ahora echa ojos a Huacareta; mientras nuestros “técnicos y directores” se encuentran satisfechos y contentos con las migajas que les dan sus conmilitones de YPFB, para chauchitar en obras políticas.
¿Quién cree a quién, en este gobierno plurinacional de propaganda, circo y leyes?... No se conocen informes sobre Huacaya fagocitada por Margarita; todo el rendimiento y sus proyecciones que crecen en millones de metros cúbicos por día, solo figuran en esta última y, benefician a REPSOL, al gobierno y Tarija. La historia del despojo a Chuquisaca, según Sergio Villa Notable chuquisaqueño, en apretada síntesis es para la leyenda:
La primera pérdida territorial que sufrió la Intendencia de La Plata (antes de Potosí, y sus territorios) fue Tarija, cuando el Virrey Toledo, estando en esta ciudad, le ordenó a don Luís de Fuentes que fundara un Fortín con el nombre de Villa de San Bernardo de la Frontera (1574).
La segunda, la Provincia Cordillera y parte de Valle Grande, cuyos límites estaban en el paralelo 19º y, pasaron a formar parte de la gobernación de Santa Cruz. Cordillera, nunca fue fundada legalmente, ni durante ni después de la colonia. El abogado y cura de Tomina, Juan Ventura Barrero, después de un largo litigio sobre esa zona, ganó el juicio en la Real Audiencia de Charcas, pero nunca fue recuperada…
La tercera, se produjo con el Decreto Supremo del 5 de Septiembre de 1826, promulgado por el Mariscal Antonio José de Sucre; por el que se fundó el Departamento de Oruro en territorio perteneciente al Departamento de Chuquisaca.
La cuarta disminución de la superficie chuquisaqueña, ocurrió cuando los legisladores de 1898, tuvieron la desgracia de sancionar las funestas leyes de 10 y 29 de Noviembre, acordadas en medio de desdorosas componendas, la primera de Cesión Territorial a Santa Cruz y á Tarija y la segunda de Radicatoria permanente del Gobierno en la Capital de la Nación”…
Hay otras, que es mejor no recordar por el doloroso destino que pesa sobre esta tierra, cuya protesta culminante fue “La Calancha” y sus víctimas sometidas al más duro castigo; mientras como extremo de la decadencia actual, se disputan en la Asamblea Departamental, los harapos entre provincias y capital.
Don Franz Tamayo, paceño, Director de “El Hombre Libre”, publicó un artículo en el que a propósito de esta situación, dijo: “Los radicales con nuestro silencio, nos estamos haciendo cómplices del más espantoso atentado contra la vida nacional. Y muy concretamente los paceños tenemos una deuda muy grande que pagar a los hermanos del Sur. Puntos azarosísimos que “El Hombre Libre”, tendrá sin embargo el gran coraje de romper y tallar”. Don Franz, a principios del siglo XX, se refería al total abandono que dejó el Gobierno centralista y secante de La Paz al Departamento de Chuquisaca, luego de la traslación de la sede a esa ciudad.