El caso terrorismo cayó de nuevo en una fase incierta porque Juan Carlos Guedes, el mecánico de aviación y dirigente de la Unión Juvenil Cruceñista que vendió a Eduardo Rózsa Flores una pistola, llegó a la sala de operaciones del Hospital Guaracachi de Santa Cruz, donde deberá permanecer un mínimo de dos a tres días; la audiencia se suspendió ayer. Agencias