EL INFORME OPPENHEIMER

Un encuentro con John Kerry

Un encuentro con John Kerry

Andrés Oppenheimer.- Cuando le pregunté al Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, por qué el Gobierno del presidente Obama le presta tan poca atención a Latinoamérica, rechazó categóricamente esa crítica, pero admitió que la mayor iniciativa estadounidense en la región –un masivo programa de intercambios estudiantiles– está caminando a paso de tortuga.
En una extensa entrevista que me dio para el Miami Herald y para "Oppenheimer Presenta", de CNN en Español, esta semana, Kerry rechazó también las críticas de que él mismo le haya dedicado muy poco tiempo en la región.
Según el sitio de Internet del Departamento de Estado, Kerry ha realizado 19 viajes al exterior desde que asumió su cargo en febrero, pero sólo dos de ellos fueron a Latinoamérica.
Kerry ha visitado 36 países como Secretario de Estado, pero no ha visitado México, un país que por diversas razones –incluyendo el comercio, la inmigración, el narcotráfico, la energía y el medioambiente– debería ser uno de los más importantes de Estados Unidos a nivel mundial.
Cuando le pregunté por qué ha hecho tan pocos viajes a Latinoamérica, Kerry dijo que quienes interpretan ese hecho como síntoma de un presunto escaso interés en la región están "totalmente equivocados". Agregó que "una de las razones por las que he hecho 19 viajes a otros sitios y sólo dos a Latinoamérica es que tenemos una relación muy fuerte con Latinoamérica, que funciona, según creo, de manera muy eficiente".
Kerry explicó que ha tenido que enfrentar crisis en Irán y Siria, entre otras. "Hay más agitación en esas partes del mundo, donde tenemos algunas crisis inmediatas", me dijo.
Señaló que ha visitado Brasil y Colombia, y que había tenido que cancelar una visita programada a México debido a una emergencia.
Sobre el tema más esencial de si el Gobierno de Obama ha llevado a cabo iniciativas ambiciosas hacia Latinoamérica, Kerry señaló que Washington tiene 12 acuerdos de libre comercio con países de la región, incluyendo uno con México y Canadá.
Aunque acentuó que Washington ya tiene intensos vínculos comerciales con la región, sugirió que esos acuerdos comerciales podrían fortalecerse y ampliarse (más detalles de lo que dijo Kerry al respecto en mi próxima columna).
Pero Kerry admitió que la iniciativa más ambiciosa del Gobierno de Obama en la región –el programa Fuerza de 100.000 en las Américas, que pretende duplicar para 2020 el número de intercambios estudiantiles entre Estados Unidos y Latinoamérica– está retrasado.
"No hemos avanzado tal como estaba previsto", me dijo Kerry, refiriéndose al hecho de que hay alrededor de 67.000 estudiantes latinoamericanos en las universidades estadounidenses, y 45.000 estudiantes estadounidenses en las universidades latinoamericanas. "Queremos mejorarlo. Tenemos que duplicar esas cifras para cumplir las metas del Presidente", señaló.
Según un reciente informe del Departamento de Estado, el número de estudiantes asiáticos que llegan a las universidades de Estados Unidos –principalmente de China, India y Corea del Sur– está creciendo a un paso mucho más rápido que el de los estudiantes latinoamericanos.
Hay 490.000 estudiantes asiáticos en las universidades de Estados Unidos, lo que representó un aumento del 7.3 por ciento sobre la cifra del año pasado. En comparación, los 67.000 estudiantes latinoamericanos en las universidades de Estados Unidos aumentaron tan sólo un 3.8 por ciento, según el informe.
Kerry dijo que ha llevado bastante tiempo implementar el programa, porque se trata de un complejo esfuerzo conjunto con el sector privado y las universidades, y requiere tiempo ponerlo en marcha. El Departamento de Estado está recaudando fondos de corporaciones multinacionales y fundaciones para pagar gran parte del programa.
Según los asistentes de Kerry, el programa de intercambios estudiantiles recibirá un gran impulso en enero, cuando una nueva organización público-privada llamada Alianza empiece a asignar sus primeros fondos de ayuda a universidades de todo el hemisferio para acelerar los intercambios estudiantiles. Los fondos, de entre 25.000 y 70.000 dólares, no se entregarán directamente a los estudiantes, sino a las universidades que deseen empezar a realizar intercambios estudiantiles o que deseen aumentarlos.
Alrededor de 240 universidades de todo el continente ya se han postulado a estos fondos, casi la mitad de ellas de Latinoamérica, dicen funcionarios estadounidenses.
Mi opinión: Kerry puede tener razón cuando dice que no ha podido viajar mucho a Latinoamérica porque ha tenido que enfrentar crisis urgentes en otras partes del mundo.
Pero si quiere que creamos que el Gobierno de Obama le está prestando atención a Latinoamérica, debería darle un nuevo impulso a su programa de intercambios estudiantiles.
Es hora de que Obama se involucre personalmente, y pida a las corporaciones y fundaciones estadounidenses que pongan más dinero en este proyecto. De otra manera, la iniciativa más importante de Obama en la región –algunos dirían que la única– no cumplirá su meta.