Campaña de aceras limpias

Gastón Solares Ávila.- Campaña es un conjunto de esfuerzos de índole diversa que se aplican para conseguir un fin determinado. Por tanto, no es una acción aislada y mucho menos una idea o intención efímera, tampoco el resultado de un entusiasmo pasajero. Sucre precisa y con urgencia de varias campañas para salir de esa especie de letargo colectivo que se ha apoderado de los sucrenses.
No es que no se reconozca el trabajo de los funcionarios municipales ni que se quiera crear más problemas al alcalde, saturado de peticiones de informe igual que los ejecutivos principales, pero tener concejales que se dedican a pedir información por todo y por nada y empleados de jerarquía dedicados a prepararla, sin tiempo para trabajar por la ciudad y por sus problemas, es una situación que deja a los ciudadanos frustrados por la incapacidad de las autoridades para actuar de mutuo acuerdo.
La ciudad no progresa, sigue saturada de basura, de construcciones inconclusas, de crecimiento sin planificación y, lo que es peor, sin autoridad puesto que todo el mundo hace lo que le viene en gana. Ahí están los comerciantes de la feria navideña, en el lugar que ellos eligieron y ahí está también “la campaña de aceras limpias” que la población recibió con verdadero júbilo. Todo quedó en nada.
En esta época navideña, las aceras son una extensión de las tiendas y hay hasta inodoros expuestos en las calles, como si fueran vitrinas y nadie hace nada para impedirlo. Sería bien una visita a la concurrida avenida Ostria Gutiérrez, a la Hernando Siles y en realidad a cualquier otra, simplemente para constatar lo afirmado. Cuando se pierde autoridad, es ciertamente muy difícil recuperarla y es por eso la insistencia en la urgente necesidad de tomar medidas cuando el problema está empezando y no cuando todos han imitado el mal ejemplo y cuando el número es tan grande que hay gente demás para bloquear calles y para ejercer las medidas de presión, que se han originado con excelentes maestros y mejores alumnos.
La campaña de aceras limpias, según informó un conocido concejal que ejercía eventualmente la función de alcalde, estaba destinada a mantenerlas libres de basura y de obstáculos para que el peatón transitara libremente. Es necesario reiterar que el ancho de las aceras es absolutamente insuficiente para la cantidad de peatones que se ven obligados a invadir las calzadas en horas pico. Si a ello le sumamos el desastroso estado de las aceras, se agrava el problema que para solucionarlo no se precisa de autorización del Concejo puesto que es una obligación de los dueños de inmuebles. Simplemente, se requiere ejercer autoridad. Tampoco en este campo se ha hecho nada efectivo.
Existe la razón, o el pretexto, de que para instruir la reconstrucción de aceras es preciso previamente que las entidades que las destruyen permanentemente para conectar gas, o por cualquier otro motivo, se pongan de acuerdo para tomar una decisión definitiva. Ese previamente está durando aproximadamente 12 años.
Por otra parte, se ha informado también que aún no está terminado el proyecto sobre ampliación de aceras. Para las celebraciones del Bicentenario del Primer Grito de Libertad, en varias reuniones interinstitucionales se habló del tema y se hizo la prueba con dos cuadras, ambas de la calle Nicolás Ortiz. En la primera se ampliaron las aceras y se dejó paso para un solo vehículo pequeño en la calzada. En la segunda, la ampliación fue menor, pero se alivió considerablemente el problema de los peatones y se dejó una calzada para el paso de dos vehículos. Ambas soluciones excelentes forman parte ya de la experiencia que sin embargo no se la utiliza para nada.
Desde el año 2009 no se ha hecho nada al respecto, las aceras siguen su deterioro, cada vez están más llenas de mercadería, siguen con basura y llenas de huecos, de manera que todos sabemos a dónde se ha ido el plan de las aceras limpias.