REUNIÓN. El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, junto a los operadores eléctricos.
REUNIÓN. El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, junto a los operadores eléctricos.

CORTES INTEMPESTIVOS SE PRODUCEN CASI A DIARIO

Los argentinos protestan por suministro eléctrico

Los argentinos protestan por suministro eléctrico

El Gobierno advirtió a las generadoras de que si no son capaces de mantener el servicio podrían ser objeto de nacionalización

Buenos Aires/EFE

Los argentinos se preparan para recibir la Navidad con la mira puesta en el suministro eléctrico, que comenzó a fallar hace una semana con la llegada de las altas temperaturas, y el temor a que durante las fiestas se produzcan nuevos saqueos en supermercados y comercios.
Después de que los ciudadanos se movilizaran exigiendo a las autoridades y a las compañías eléctricas una solución, Edenor y Edesur, responsables de la distribución energética en la Ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana, aseguraron que trabajan "24 horas al día" para restablecer el servicio.
"Seguiremos trabajando todos los días de la semana incluidos los de las tradicionales fiestas de fin de año, a fin de reducir las molestias ocasionadas a los clientes", señaló Edesur, controlada por la española Endesa, en un texto publicado en la prensa local.
Los prolongados cortes de luz y la ineficaz y tardía respuesta de los responsables llevó al Gobierno argentino a reunirse con los directivos de ambas compañías a las que exigió "una solución inmediata" al problema bajo la amenaza de nacionalizarlas si eran "incapaces de prestar el servicio".
"Son ellas las que se deben hacer cargo. Tienen que cumplir el contrato de concesión. No hay que eludir responsabilidades. No aceptamos más excusas", subrayó el jefe de Gabinete del Ejecutivo de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, en una comparecencia ante los medios al término del encuentro.
Los fallos en el suministro eléctrico no fueron el único quebradero de cabeza para el Gobierno argentino en la última semana, ya que, ante el temor a que se repitan los violentos saqueos que se extendieron por gran parte del país a primeros de mes, desplegó un importante dispositivo de seguridad de cara a la Navidad.
La primera medida fue reforzar los controles policiales los días 19 y 20 de diciembre, duodécimo aniversario de la grave crisis social y económica que sufrió Argentina en 2001, en la que 34 personas perdieron la vida fruto de un estallido de violencia y robos.
El ministro argentino de Seguridad, Sergio Berni, explicó que el Gobierno trabajó en un plan de seguridad y contención para evitar un efecto cadena en los saqueos y evitar las pérdidas económicas y el caos en los días previos a las fiestas.
"Existe una coordinación muy aceitada con las autoridades de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires para darles mayor capacidad operativa a las fuerzas de seguridad", dijo.
Sin embargo, los supermercados chinos decidieron cerrar durante estos días por temor a nuevos incidente, y los que abran, "lo harán con seguridad privada", según indicó a una radio local Miguel Calvete, director de la federación que los engloba.

Éxodo navideño

Entre tanto, alentados por la llegada del verano y el inicio de las vacaciones, miles de argentinos comenzaron su éxodo navideño rumbo, principalmente, a la costa atlántica.