LA NOTICIA DE PERFIL

Solo ante el Pesebre

Solo ante el Pesebre

Paulovich.- Siguiendo una vieja costumbre familiar, mi pariente espiritual me ayudó a construir un pequeño Belén en la mejor esquina de mi living y un pesebre en el portal de una casa con las figuras bíblicas de la Virgen María, San José y un Niño Jesús, a cuyo alrededor pastan unas ovejitas, junto a una de lana negra porque en Judea desde hace muchos años rigen normas legales contra la discriminación racial. Luego, mi comadre Macacha se marchó.
Esta noche, mi familia y esta ovejita morena que soy yo nos reuniremos alrededor del pesebre para festejar al Niño Dios, le cantaremos villancicos y cuando se marchen a dormir llevando cada uno sus regalos yo quedaré solo frente al pesebre y conversaré con el Niño Dios recién nacido, cual si estuviéramos repitiendo el milagro acaecido hace algo más de 2 mil años, aunque, según el calendario aimara, ya estamos contando más de 5 mil años de historia sin explicar hasta hoy el quehacer histórico de los aimaras.
Me acercaré hasta el pesebre y con permiso de sus padres María y José lo levantaré cuidadosamente para decirle que creo en él como el único Mesías y salvador de la humanidad, y que por mis cansados ojos desfilaron muchos falsos redentores de la humanidad y de Bolivia en particular, que muchos murieron ya, mientras que él nació físicamente hace 2013 años y permanecerá vivo durante una eternidad.
Le recordaré a la pequeña imagen que tendré en mis manos que yo soy periodista y que me hubiera gustado ejercer ese oficio cuando él llegó a este mundo con su mensaje de amor y redención, después de que los profetas lo habían anunciado con 70 siglos de anticipación… Me perdí esa primicia periodística, pero Dios me permitió militar en la Iglesia Católica y algunos años de mi vida pude transmitir algo de su mensaje en España y luego en nuestro país, cuando viví la aventura de la gracia en los Cursillos de Cristiandad, obra que continúa por acción de muchos valerosos cristianos, con el deseo de comunicar al recién nacido algunas novedades sucedidas en Bolivia.
Le relataré que hace pocos días, antes de la Navidad, el Gobierno de Bolivia lanzó un satélite artificial que lleva el nombre de “Túpac Katari” y que dentro de un tiempo comenzará a funcionar; contándole además al Niño Dios que tal obra costará más de 300 millones de dólares prestados por el Gobierno de China, deuda que tendrán que pagar nuestros nietos, preguntando al Niño Dios si no se habían cruzado en el trayecto.
Miré a la pequeña imagen que cabe en mi mano y me pareció advertir que, adelantándose, me respondía negativamente, tal vez porque recorrían órbitas distintas.
Querré contarle al Niño Dios sobre las elecciones del próximo año y del gran fraude que se avecina, me dará vergüenza y preferiré callar. Al fin y al cabo, el recién nacido es Dios y lo sabe todo.
Al reponer la imagen en el pesebre de Belén, me parecerá que la Virgen y San José ya lo andan buscando.