Tupac Katari y el “Gran Hermano”

Tupac Katari y el “Gran Hermano”

Jaime D’Mare C..- No todos miran con buenos ojos y se suman a los festejos artificiosos por el lanzamiento del satélite “Tupac Katari”. Es verdad que es todo un acierto, que permitirá al país incorporarse tecnológicamente a la quinta revolución de las comunicaciones. Como poderoso recurso tecnológico, no hay duda que ampliará todas las capacidades de comunicación y de información. Revalorizará la información como recurso de la economía y de la política, y abrirá las puertas al ejercicio del derecho la comunicación con mayor amplitud.
Su artificioso festejo organizado en todo el país con abuso extremado del canal de Tv estatal, como viene ocurriendo desde que comenzó el “proceso de cambio”, a todas luces se ha mostrado como el inicio del proselitismo masista de la tercera postulación de su candidato a la presidencia de la república. Nadie sabe cuánto dinero se ha gastado para los fugaces tres minutos delespectáculo mediático del ascenso del cohete satelital.
Así como se festeja, hay quienes miran con temor el satélite. No es para menos. “Integrados y Apocalípticos”, en los inicios de la Sociedad de la Información ya plantearon sus puntos de vista sobre el desarrollo tecnológico de la información. Unos bendecían la tecnología, y otros miraban con reparo sus agigantados pasos.
Desde aquel “Pájaro Madrugador” (Early Bird), colocado en órbita por Estados Unidos en 1965 las sospechas acerca de su subterránea actividad sacada como fábula del “Gran Hermano” de la novela de George Orwell, nunca han dejado de cubrir con su manto el sospechoso fin del satélite; el espionaje político, controlar las comunicaciones de los países de la órbita comunista. Al cabo era la época más dura de la llamada “guerra fría” y la disputa por el control hegemónico del poder, que sólo es posible controlando y adquiriendo información para contrarrestar actividades contrarias a determinados intereses, como en el caso del imperialismo.
Los satélites cumplen hoy a cabalidad esta sucia actividad. Asociada a las tecnologías computacionales son eficaces instrumentos para espiar. El australiano Julian Assange y su “WikiLeaks”, escandalosamente hace poco ha puesto en evidencia la turbia actividad del “Gran Hermano”, a la par que gobiernos, como de Alemania, Francia, Brasil y muchos otros países denunciaron espionaje y pidieron se evitase éstas delincuenciales actividades; espiar las conversaciones de otros con fines políticos.
El satélite “Tupac Katari” viene a dedo, en el momento más oportuno y favorable –la coyuntura electoral– para el “masismo”, que ya ha dado muestras de esto del espionaje, de “pinchar” celulares y llamadas telefónicas. Las Ong parecen ser las víctimas más propicias para el espionaje. Ya durante la marcha de originarios del “Tipnis”, se ha denunciado de la intercepción de llamadas Telefónicas de conversaciones de dirigentes de la marcha y funcionarios de Usaid.
Así, la hermandad del “masismo” hoy se amplia a los recursos tecnológicos, al satélite, al “Gran Hermano” que todo lo sabrá, que mirará todo lo que hacen los bolivianos, particularmente los adversarios políticos de campaña. Desde los cielos podrá controlar absolutamente casi todas las conversaciones, todas las llamadas telefónicas. Podrá estar enterado de planes, estrategias de campaña para aplacarlos. Recordemos que quién controla la información tiene el poder.
A este gran hermanamiento, de gran éxito y sin precedentes en la historia de nuestro país, que ha dejado atrás formas tradicionales de hacer política, se sumará la colaboración de un “Gran Hermano”, “que todo lo ve, todo escucha y todo lo dispone”.