Fernández ausente para evitar costo político por la crisis
Fernández ausente para evitar costo político por la crisis
Agencias
“Sin actividad oficial programada”. Ese es el mensaje que luce desde fines de 2013 el banner de la “agenda presidencial” en el sitio web de la presidencia argentina. Cristina Fernández de Kirchner está de vacaciones desde el 20 de diciembre en la sureña localidad de El Calafate y retomaría sus funciones a comienzos de la próxima semana. Sin embargo, lo que sorprende a los argentinos, y en especial a la prensa, es que desde entonces casi no pronunció palabras en forma pública. No hubo mensaje navideño ni tampoco de Año Nuevo, un silencio que fue catalogado como “una suerte de política de Estado”.
Fernandez habría adoptado un extremo bajo perfil para evitar pagar el costo político de los últimos hechos registrados en el país.
Su última aparición en público data del 10 de diciembre, día en que lideró los actos por los 30 años del regreso a la democracia. Hasta ahora, sólo interrumpió su estratégico silencio un día después de Navidad, cuando negó, a través de la agencia oficial Télam, una eventual candidatura para 2015. “No hay ninguna posibilidad”, dijo, al desmentir al diputado oficialista Carlos Kunkel, quien un día antes había dicho que Cristina buscaría un tercer período.
Ante el silencio de la Presidencia, quienes hablaron a nombre del Ejecutivo fueron el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Planificación Julio de Vido.
Para el analista Fernando Laborda, una de las hipótesis que explicarían la decisión de no hablar de la Jefa de Estado tendría que ver con la caída de su imagen en las encuestas. Según un sondeo del diario Clarín, difundido a mediados de diciembre, la imagen de Cristina Fernández bajó de 42,3% en noviembre a un 27,9% el mes pasado, tras los saqueos. A su vez, la imagen negativa creció del 30% al 38%, mientras que la desaprobación a su gestión subió 10.6 puntos.
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