PERCEPCIONES
¿2014 sin rayos ni centellas?
¿2014 sin rayos ni centellas?
Mario Rueda Peña.- No faltan los pronósticos político-económico-sociales respecto a lo que ocurrirá en Bolivia en 2014. Buenos, algunos, y pesimistas, otros.
Basta repasar los datos de la macro y microeconomía para darse cuenta a quienes asiste la más alta probabilidad sobre el tema.
En ninguno de dichos espacios se dan condiciones para que el año que comenzamos transcurra sobrecargado de conflictividad.
El país se apunta una cifra récord en reservas internacionales, algo exclusivamente referible al buen precio de nuestras exportaciones básicas (hidrocarburos, principalmente). Los analistas coinciden que este ciclo de bonanza se prolongará varios años más.
Seguiremos teniendo como principales mercados del gas a Argentina y Brasil, cuyos planes de autoabastecimiento del energético marchan a paso cansino. Demandarán varios años los planes de Estados Unidos para no sólo alcanzar el mismo objetivo sino convertirse en país exportador de hidrocarburos a escala mundial.
Europa parece superar los efectos de la crisis originada hace años en el mercado bursátil de EEUU, mientras China y otras naciones asiáticas batallan contra un proceso de desaceleración económica.
Pero cabe destacar que las presiones inflacionarias externas y endógenas no se las pondrán contra el buen tapón macroeconómico que dispondrá Bolivia por unos cuantos años más. El PIB seguirá creciendo y el Gobierno contará con los recursos necesarios para esos programas y obras que le sirven de freno al inevitable desgaste inherente al ejercicio del poder político.
Es cierto que en la microeconomía más son los sinsabores que las delicias. Los precios de los artículos de la canasta familiar aumentan poco a poco, comprimiendo la capacidad adquisitiva de los ingresos de una buena parte de la población. Pero bonos de toda clase y el doble aguinaldo reducen esa calentura de ánimo que suele empujar a la protesta callejera.
En definitiva, en 2014 no tendremos tormentas sociales y políticas de gran intensidad. Nada de rayos y centellas en el horizonte nacional, el cual acreditará sólo algunos relámpagos de habituales conflictos sectoriales por cuestiones de salarios y otras reivindicaciones.
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