LA NOTICIA DE PERFIL
Los ojos del mundo en Uyuni
Los ojos del mundo en Uyuni
Paulovich.- Mientras yo me hallaba sumergido en hondas preocupaciones para tratar de sobrevivir a la crisis que produce la inflación que el Gobierno trata de disimular, mi Pariente Espiritual llegó ayer a mi casa para recriminarme por no inscribirme en la prueba mundial Dakar para competir con mi motocicleta Harley Davidson, más conocida en los caminos de La Paz, Quillacollo y Cochabamba como “La pedorra”; naturalmente le repliqué que el motivo fundamental es mi ceguera y que ella (Macacha) habría tenido que pilotearla, poniendo en riesgo su vida en rutas muy difíciles.
Como la cholita cochabambina es muy valerosa me manifestó que no le tiene miedo a ningún camino y que habría intervenido como representante boliviana y que su triunfo lo habría dedicado al Presidente Vitalicio de Bolivia, señor Evo Morales, también llamado por ella “Jalisco” porque Jalisco nunca pierde y cuando pierde arrebata.
Traté de disimular mi error de no inscribirme en la prueba Dakar y pregunté a mi comadre si nuestro Mandatario se haría presente en Uyuni para ser testigo del paso de los corredores por el sector de aquel territorio boliviano y como la cholita de Quillacollo no tiene pelos en la lengua me dijo “si los ojos del mundo estarán puestos en Uyuni, estoy segura de que Evo Morales estará allí porque es un entusiasta deportista y porque buenos millones de dólares le ha costado al Tesoro de Bolivia que la prueba Dakar pase por nuestro territorio, conociendo la cifra solamente Evo, el Ministro de la Presidencia señor Quintana y el dueño del Monedero Luis Arce Catacora”. Mi hábil pariente espiritual sintetizó así su seguridad de que Evo Morales estará admirando a los deportistas mundiales: “Si los ojos de todo el mundo estarán en Uyuni este fin de semana, el presidente Evo estará allí aunque desatienda otros asuntos importantísimos…”.
Con esa cara de tonto que nunca me abandona, pregunté a la cholita de Quillacollo si Evo ya había cumplido con la misión que le encomendaron el G-77 más China, suponiendo la cholita quillacolleña que esa labor en Nueva York ya la había diseñado nuestro Evo con un discurso sensacional aunque mal pronunciado, como podía esperarse, para luego regresar intempestivamente al país para seguir desarrollando su campaña presidencial que avanza a paso de parada.
Al recordarme la cholita que los ojos del mundo estarán posados en Bolivia, la cholita que también es muy coqueta sonrió ante millones de espectadores del Dakar mostrando sus ojos chaskañawis, su fresca sonrisa de choclito tierno y enseñando al mundo sus elegantes polleras.
Terminé posando mi mirada en ellas sin olvidar que entre sus pliegues se guarda su bolso lleno de dólares que alguna vez ayudan a salvar los días de un periodista pobre y romántico llamado “el último cholero”.
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