Domingo, 12 de enero de 2014
 

REUNIÓN. El presidente Nicolás Maduro trata con el nuevo gabinete ministerial complicados temas pendientes.
REUNIÓN. El presidente Nicolás Maduro trata con el nuevo gabinete ministerial complicados temas pendientes.

EL NUEVO GABINETE DEBE TRATAR TEMAS COMO LA INSEGURIDAD

Maduro comienza un año de severos desafíos

Maduro comienza un año de severos desafíos



Las decisiones a tomarse en el terreno económico causan expectativa

Caracas/EFE

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha comenzado el año con cambios en su Gabinete para refrescar un equipo de trabajo que tiene ante sí complicados temas pendientes como la situación económica y la inseguridad, mientras refuerza el tono conciliador.
El gobernante anunció esta semana la renovación de responsables en siete carteras: Educación, Educación Superior, Deporte, Juventud, Industria, Trabajo y Presidencia para "ajustar" y "mejorar" la marcha de su Gabinete.
Los cambios, que apenas presentan tres caras nuevas y hacen rotar a cuatro ministros de cartera, dan continuidad sin embargo al proceso de modificación paulatina del Gobierno que Maduro heredó del fallecido Hugo Chávez, acumulando ya variaciones en 12 ministerios.
Quizá lo más notorio de esos movimientos haya sido la salida de María Cristina Iglesias en la cartera de Trabajo, tras 12 años junto a Chávez, para trabajar, según dijo Maduro, en el próximo Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Sin embargo, todos los ojos están puestos en las decisiones que pueda tomar Maduro en las próximas semanas en el terreno económico para responder a los problemas de un país que cerró 2013 con un 56.2% de inflación y una ralentización de su crecimiento, mientras la escasez y el desabastecimiento continúan.
"Los cambios reales, los cambios que pueden marcar realmente el 2014 no se han dado todavía que son los económicos", indicó a Efe el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León
Para León, el Gobierno se prepara para tomar decisiones y algunas de ellas serán "impopulares, incluso en contra de sus propios (seguidores) radicales, porque no hay forma de resolver la crisis si no es fundamentalmente devaluando implícita o explícitamente" la moneda y negociando con sectores políticos y empresariales.