ÉNFASIS. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, habló sobre la crisis en Siria.
ESTASDOS UNIDOS SE MUESTRA FIRME DE CARA A CONFERENCIA DE PAZ
Presión a oposición siria para que vaya al diálogo
Presión a oposición siria para que vaya al diálogo
El Observatorio Sirio de DDHH cifra en 1.069 la cantidad de bajas en Siria, en las últimas dos semanas, a causa de graves combates
Washington y Beirut/EFE
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, urgió ayer a la Coalición Nacional Siria (CNS) a asistir a la conferencia de paz Ginebra 2 y se mantuvo firme en su exigencia de que Irán debe aceptar los términos acordados si quiere formar parte de ese foro.
"En la víspera de la asamblea general (de la CNS) para decidir si asisten a la conferencia de Ginebra 2, Estados Unidos urge a emitir un voto positivo", dijo Kerry en una intervención ante la prensa desde el Departamento de Estado.
DURO CON IRÁN
El jefe de la diplomacia estadounidense reiteró, además, su posición de que Irán debe cumplir una condición previa si quiere asistir a la cita del próximo 22 de enero, apenas unas horas después de que el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmara que Teherán será "inevitablemente" parte de la conferencia.
"Desde el momento en que anunciamos que se celebraría Ginebra 2, el objetivo acordado fue específica y únicamente implementar el comunicado de Ginebra 1. Ese objetivo no pudo haber estado más claro en el momento del anuncio y no puede estar más claro hoy", subrayó Kerry.
El comunicado de Ginebra 1 marca como objetivo la formación de un Gobierno provisional para dirigir la transición democrática en Siria, lo que presupone que el presidente Bachar Al Asad dejaría voluntariamente el poder, algo que Teherán no parece dispuesto a aceptar.
Estados Unidos insiste en que, si quiere asistir como miembro ministerial a la conferencia, Irán debe apoyar públicamente ese objetivo, mientras que Teherán subraya que no aceptará condiciones previas.
Kerry lamentó que recientemente haya habido un "cierto revisionismo sobre por qué" se celebrará la conferencia de Ginebra 2 y advirtió contra quienes "buscan reescribir esta historia o enturbiar las aguas".
La formación de un Gobierno transicional "de mutuo acuerdo" es "la única forma de poner final a una guerra civil que ha desatado uno de los desastres humanitarios más severos del planeta y ha sembrado las semillas del extremismo", subrayó.
De forma tácita, Estados Unidos se encargó de negociar con la oposición para garantizar su presencia en la conferencia de paz, mientras Rusia hacía lo mismo con el Gobierno del presidente Al Asad, con el fin de que ambas partes se sienten a negociar cara a cara.
El Comité Nacional de Coordinación (CNC), una importante facción de la oposición siria, anunció ayer que no asistirá a la conferencia, y el CNS, la principal alianza opositora, tiene previsto tomar su decisión hoy durante una asamblea general en Estambul (Turquía).
Apuesta por diálogo
Es la única forma de poner final a una guerra civil que ha desatado uno de los desastres humanitarios más severos del planeta".
John Kerry / VOCERO DE EEUU
Más de 1.000 muertos en dos semanas
Al menos 1.069 personas han muerto en los últimos 13 días en choques entre el Estado Islámico de Irak y del Levante (Siria), vinculado a Al Qaeda, y rebeldes de facciones islamistas en el norte de Siria, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo precisó que ha contado las víctimas desde el inicio de los enfrentamientos, el 3 de enero, hasta la pasada medianoche en las provincias de Alepo, Idleb, Al Raqa, Deir al Zur, Homs y Hama, en la mitad septentrional del país.
La mayor parte de los fallecidos se registraron en las filas de quienes se oponen al Estado Islámico, donde al menos 608 combatientes perdieron la vida, de los que 113 fueron ejecutados por los yihadistas.
Por su parte, al menos 312 extremistas perdieron la vida, de los que 56 fueron ajusticiados por sus contrincantes.
También, hubo al menos 130 civiles muertos: 21 ejecutados por el Estado Islámico y el resto fallecidos en atentados con coches bomba y por el fuego cruzado en los combates.
Entre estas víctimas civiles, hay también un número indeterminado de personas que fueron ejecutadas por los rebeldes islamistas, acusadas de ayudar a los radicales vinculados a Al Qaeda.
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