Martes, 21 de enero de 2014
 

PERCEPCIONES

Descuido peruano

Descuido peruano

Mario Rueda Peña.- A mediados de la década del 90, Perú se apuntó el primer lugar en la lucha contra el narcotráfico en Sudamérica. No sólo redujo en forma drástica sus cultivos de coca, sino paró casi en seco el tráfico aéreo de cocaína que desde sus selvas fronterizas con Colombia y Brasil tenía como destino final los mercados de Estados Unidos (vía México) y países europeos (a través del Caribe).
Controlaban el circuito poderosas bandas de narcotraficantes (la Sinaloa, de México, y algunas otras de Colombia y el Caribe), conectadas a movimientos guerrilleros que les cooperaban a cambio de millones de dólares.
El gobierno peruano de entonces quería acabar con la guerrilla de Sendero Luminoso, para lo cual no bastaban sus acciones militares y policiales. Era necesario privar a los insurrectos de sus fuentes de financiamiento. Así que se avino con Estados Unidos en una operación conjunta contra el mal. Sobre la base de datos satelitales, grupos operativos de ambos países destruyeron totalmente las pistas clandestinas. El colapso del puente aéreo para el transporte de droga a Estados, Unidos (vía México) y Europa (a través de Colombia y el Caribe), determinó una ostensible disminución del precio de la coca, así como de los cultivos del vegetal.
Lamentablemente, tras la conclusión de las operaciones conjuntas, Perú aflojó sus tareas de vigilancia e interdicción en sus narcozonas. Parece que ni remotamente supuso que las bandas de narcotraficantes optarían por una nueva ruta aérea que esta vez apuntaría a Brasil y Paraguay, utilizando pistas construidas por sus operadores en zonas selváticas del norte de La Paz, Bolivia, fajas que servían a sus naves (peruanas, colombianas y bolivianas) como centros de reabastecimiento de combustible. Ni se imaginó tampoco que las bandas de narcotraficantes ayudarían a sobrevivir a resabios de Sendero Luminoso. Con plata del narcotráfico, estos grupos pueden aún hacer vivir en ascuas a ciertas regiones del Perú.
Destacan la intensidad y volumen de tan condenable tráfago, los resultados de últimas operaciones de la Felcn en el norte paceño: más de una decena de detenidos y varias avionetas incautadas con gran cantidad de droga en pistas clandestinas intervenidas.
Consecuencias, las anotadas, de un descuido peruano respecto a un asunto que exigía riguroso seguimiento.