Sandro Rosell (i) renunció como presidente de Barcelona.

El caso Neymar obliga a Rosell a dejar el Barcelona

Barcelona / EFE

El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, presentó ayer su dimisión irrevocable por el caso Neymar en una reunión de urgencia con sus directivos en el Camp Nou.
En su lugar ocupará la presidencia el vicepresidente deportivo, Josep María Bartomeu, quien, después de que la junta lo decidió por unanimidad, finalizará el actual mandato, hasta el 30 de junio del 2016.
Rosell comunicó su decisión a sus directivos ayer y, después, la anunció a los medios de comunicación en una repleta sala de prensa del Camp Nou, donde leyó un comunicado razonando su adiós, durante cinco minutos, tras el cual no admitió preguntas.
Se consumó así un hecho que causó un gran impacto en el barcelonismo desde la mañana, cuando se conoció que Rosell meditaba su adiós por considerar incompatible su cargo con una posible imputación en el caso Neymar.
Rosell abandonó la presidencia cuando aún le quedaban dos años y medio de mandato, por sentirse agotado y enfadado por los constantes ataques que, en su opinión, recibió el club en el ámbito judicial, aunque la razón fundamental es la incompatibilidad que existe entre la presidencia y una eventual imputación judicial, que podría desprenderse de la querella que admitió a trámite la Audiencia Nacional contra él.
Además, en su comparecencia, Rosell subrayó que no se sentía cómodo con los ataques que estuvo recibiendo por anónimos, así como su familia.
Tras su renuncia, Rosell pone punto y final a tres años y medio como presidente, y dejó al frente de la institución al vicepresidente Bartomeu, quien deberá pilotar el club hasta final del mandato.


EL ADIÓS
Serio y con los ojos brillantes, el ex presidente sólo cedió una sonrisa cómplice a Bartomeu, segundos antes de leer, durante más de cinco minutos, un comunicado sobrio, en el que expuso los éxitos de su gestión y los motivos de su dimisión.
Como ya sucedió en la rueda de prensa del proyecto de remodelación del Camp Nou con las preguntas sobre el fichaje del brasileño Neymar, Rosell no dio opción a que los periodistas pudieran profundizar sobre los motivos de su adiós.
El problema pasa porque el ahora ex presidente del Barcelona fue acusado de apropiación indebida de recursos en la contratación del brasileño Neymar (57, 1 millones de euros), en el verano pasado, ya que las cifras parecen mayores a las que pagó el club catalán.