TENSIÓN. Vista de una de las salas donde tienen lugar las tensas reuniones.
DELEGACIONES ESTUVIERON A PUNTO DE ABANDONAR LA SALA
Negociaciones por Siria superan su primer escollo
Negociaciones por Siria superan su primer escollo
El mediador de la Liga Árabe y la ONU tuvieron una ardua jornada de reuniones
Ginebra/EFE
Las negociaciones de paz entre el Gobierno sirio y la oposición superaron ayer su primer día, que estuvo marcado por ataques mutuos, amenazas de abandonar el proceso recién lanzado y rumores de que su ruptura era inminente, lo que fue descartado al final de la tarde por el mediador Lajdar Brahimi.
La decisión más significativa de la jornada –anunciada por Brahimi en una conferencia de prensa– fue que ambas delegaciones aceptaron reunirse en una misma sala.
Por primera vez, representantes del Gobierno sirio y de la oposición, representada en estas negociaciones por la Coalición Nacional Siria (CNFROS) estarán cara a cara, después de que se lanzaran ataques mutuos y la delegación gubernamental amenazara incluso con dejar Ginebra.
El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walif al Maulem, dijo que tal podría ser la decisión de su delegación si la oposición no aceptaba entrar en "discusiones serias".
El amago de crisis se debió a que las reuniones que mantuvo Brahimi con los equipos negociadores no sólo se organizaron por separado, sino además una con los representantes del régimen de Bachar al Asad y otra por la tarde, con los enviados de la CNFROS.
Maulem intentó convencer, en distintas declaraciones ofrecidas a la prensa de su país, de que su delegación había llegado a Ginebra dispuesta al diálogo y a resolver cuestiones sustantivas con la oposición, que justo designó a su negociador jefe, Hadi al Bahra.
El presidente de la CNFROS, Ahmed Yarba, salió al paso de las amenazas y publicó una declaración asegurando que la coalición que dirige se mantenía firme en las negociaciones.
También desde el Gobierno de Estados Unidos se apresuraron a desmentir la ruptura de los contactos, tras recordar que éste es apenas el inicio del proceso y que mostró bien que "habrá muchos altos y bajos conforme se avance".
Fuentes próximas al proceso indicaron que causó enfado en el Gobierno sirio –y particularmente en el ministro Al Maulem– que la dirección de las negociaciones por parte de la oposición se delegara en un miembro de la coalición que, si bien es de la cúpula, no es uno de sus mayores líderes.
El mediador, sin embargo, buscó ante la prensa despejar las dudas y aseguró que "nadie" se irá de las negociaciones el fin de semana y hasta adelantó que éstas durarán hasta el fin de semana siguiente.
Durante las conversaciones no se abordaron temas de fondo –aclaró Brahimi–, pues está pendiente definir cuestiones prácticas (formato de negociaciones, forma de abordar los temas y plazos, por ejemplo) "que harán más fáciles las posteriores discusiones".
Una vez resueltas las cuestiones prácticas, el acceso de la ayuda humanitaria particularmente a zonas sitiadas será uno de los puntos prioritarios en la agenda.
"Vamos a hablar de acceso humanitario, de terminar la violencia, pero, de nuevo, hablar de esto no significa que lo vamos a resolver", advirtió el mediador.
Preguntado sobre si un eventual fracaso de las negociaciones le llevaría a dimitir de su cargo de mediador –que recibió de la ONU y la Liga Árabe–, Brahimi excluyó esa posibilidad.
Terroristas
La posición del Gobierno sirio es que lo que ocurre en Siria no fue una revolución convertida en lucha armada, sino que todos los grupos armados opositores son simplemente terroristas.
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