¿Malabarismo político?

Juan José Bonifaz B..- James Petras, Doctor en Filosofía de la Universidad de California, en un amplio análisis publicado con el título de “Bolivia bajo Evo” afirma que “El gobierno de Morales podría considerarse como el régimen radical más conservador, o el régimen conservador más radical del mundo” (*)
“Evo Morales ha instaurado –dice– una fórmula político-económica que ha ganado el apoyo tanto de la izquierda como de la derecha, de Fidel Castro y del FMI, de los oligarcas de Santa Cruz y de los campesinos indígenas cocaleros. Ha derrotado el intento de desestabilización estadounidense expulsando a los representantes de la USAID y la DEA mientras fortalecía el Estado capitalista y aumentaba los beneficios del capital”. “Probablemente, el modelo de ‘conservadurismo radical’ de Evo no es susceptible de ser exportado a otras clases dirigentes en América Latina. Después de todo, ¿cuántos presidentes indígenas con un apoyo de masas y programas económicos ortodoxos existen en el mundo? ¿Cuántos líderes pueden proclamar un “Estado plurinacional” y centralizar el poder político y la toma de decisiones económicas en las manos de una pequeña élite tecnocrática mestiza?”…
Coincidentemente con el Estado Plurinacional, resurge un ciclo virtuoso de la economía boliviana y los precios de las materias primas se multiplican, mientras la situación general depende de importaciones de alimentos y combustibles subvencionados, y ahora, nos enfrentamos a un ciclo de caída de los precios de materias primas de exportación. Un discurso pronunciado por Marcelo Quiroga Santa Cruz, en el “Seminario obrero de promoción sindical” (La Paz, noviembre de 1978) –del cual copio fragmentos– nos permite establecer semejanzas históricas en la Bolivia desmemoriada. MQSC dice: “¿Cuál fue el resultado de la expulsión de la Gulf? El país recuperó gas y petróleo que estaban en poder de la Gulf por un valor de 5 mil millones de dólares. Gracias a esa medida, la Nacionalización del Petróleo, es que el gobierno del general Banzer pudo sobrevivir. El 21 de agosto de 1971, el barril de petróleo se vendía en el mercado internacional a 2,50 dólares, es decir, 50 pesos el barril. Desde 1974, el barril llegó a venderse a 16 dólares, es decir, 320 pesos cada uno. Otro tanto ocurrió con la medida de la Nacionalización de las Minas. Se vendía, la libra fina de estaño a 1,50 dólares, al 21 de agosto de 1971. Y ustedes habrán escuchado por radio todos los días, las semanas pasadas, la información de que el estaño logró venderse por encima de 7,50 dólares. Eso permitió al gobierno de Banzer recibir una cantidad de dinero al año que jamás ningún gobierno en nuestra historia había recibido. Un gobierno que recibe como ningún otro en nuestra historia, tres o cuatro veces más de lo que recibían todos los otros, era un gobierno que no debía tener necesidad de contraer más deudas. Es como si un trabajador fabril, en lugar de ganar 3 mil pesos, le aumentan su sueldo a 6 mil, debería serle suficiente para vivir en mejores condiciones que antes, y no contraer más bien deudas y más obligaciones. Debería servirle para pagar alguna de las deudas que tenía”… (*)
En resumen, gobiernos que hacen una que otra obra visible más o menos espectacular, demagógicamente, para engañar al pueblo, pero en el fondo derrochan esa economía, olvidando que a períodos de bonanza, siguen otros de crisis, y los resultados se ven al fin de cuentas, en fortunas personales de importantes funcionarios públicos, ministros de estado, que entraron sin un centavo y salieron ricos.
Petras concluye: “No cabe la menor duda de que Evo Morales es un líder excepcional; sus políticas multifacéticas muestran su genio como manipulador político. No es ningún revolucionario social, ni siquiera un reformista social consecuente y su régimen no es, con seguridad, un gobierno de los trabajadores y de los pobres. Pero Evo Morales es el dirigente capitalista democrático que ha cosechado un mayor número de triunfos en Bolivia y continúa ampliando su base electoral”. (*) Publicados en Bolpress