REPRESIÓN Y PROTESTAS DEJAN 30 MUERTOS

El aniversario de la revolución egipcia se tiñe de sangre

Seúl/EFE

La represión de las protestas y una serie de actos de violencia se cobraron ayer la vida de una treintena de personas en Egipto, empañando la celebración del tercer aniversario de la revolución que desbancó a Hosni Mubarak.
Según el Ministerio egipcio de Sanidad, al menos 29 personas murieron y otras 167 resultaron heridas en los choques que estallaron entre los manifestantes opositores, los favorables al Gobierno y policías en distintas partes del país.
En la capital, agentes antidisturbios dispersaron por la fuerza a los seguidores del ex presidente Mohamed Mursi, depuesto en julio pasado por el Ejército, y les impidieron manifestarse en los barrios de Ciudad Naser y Mohandisin, entre otros.
En los últimos meses, las autoridades persiguieron a los líderes y miembros de los Hermanos Musulmanes, declarados "grupo terrorista" en diciembre pasado y acusados de incitar a la violencia.
La Policía también lanzó gases lacrimógenos contra los activistas que intentaron acercarse a la céntrica plaza Tahrir y que habían sido convocados por el llamado Frente de la Vía de la Revolución, integrado por grupos revolucionarios como el 6 de Abril, instigador de la revuelta contra Mubarak y que tiene a sus principales líderes encarcelados y acusados de protestar ilegalmente y crear disturbios.


LOS DETENIDOS
Mientras, al menos 250 personas fueron detenidas, sobre todo en El Cairo y Alejandría, dijeron fuentes de seguridad, que agregaron que la Policía decomisó cien explosivos de fabricación casera.
Frente a las protestas de los islamistas y los activistas revolucionarios, contrarios a la deriva que ha tomado Egipto bajo el mando del Ejército, miles de simpatizantes de los militares tomaron Tahrir.
En el emblemático centro de la revolución del 25 de enero, que en 2011 derrocó a Mubarak en 18 días, los manifestantes ondearon banderas nacionales y bailaron al son de canciones patrióticas y actuaciones durante toda la jornada.
El primer ministro, Hazem al Beblaui, se acercó entre fuertes medidas de seguridad a Tahrir, después que las autoridades llamasen a los egipcios a celebrar en masa el aniversario.
Además de las muertes en los enfrentamientos, la jornada estuvo marcada por otros actos violentos, que se unen a los cuatro atentados que ayer sacudieron la capital y causaron seis muertos.