FE. La población salió a las calles en una muestra de fe hacia el Niño Jesús de Praga.

Dayana Martínez Carrasco

Decenas de personas, especialmente niños participaron de la procesión del Niño Jesús de Praga, que se realizó ayer en la tarde, por las calles de la ciudad en una caravana que partió de las puertas de la parroquia Santa Teresita.
En una festividad eminentemente familiar y la última en la que participan imágenes del Niño Jesús, la población acudió a celebrar esta jornada que cada 25 de enero convoca a miles de devotos en todo el mundo.
Durante la homilía, el sacerdote destacó la devoción a Jesús en su imagen de niño, que hoy en día necesita ser recordada ante los debates sobre aborto y la formación de menores de edad sin el enfoque de valores cristianos, dijo.
Después de la misa, es tradición de los asistentes acudir al bazar organizado en la parroquia, donde a través de “suertes” obtienen objetos que son considerados promesas y bendiciones futuras, generando gran expectativa entre los presentes que además ayudan a recaudar fondos para el templo.