Martes, 28 de enero de 2014
 

PERCEPCIONES

Sobre un reto

Sobre un reto

Mario Rueda Peña.- Vivimos una fase de bonanza económica esencialmente debida a buenos ingresos nacionales por concepto de nuestras exportaciones de hidrocarburos. Los precios de estos energéticos se mantienen altos en el mercado internacional. Consideramos que es el interregno propicio para invertir en el crucial espacio de la Educación Pública.
Es lo que exige el actual desfase entre la infraestructura de tan crucial servicio y la cantidad de escolares y estudiantes de secundaria de todo el país. En una población de más de 10 millones de habitantes, asciende a casi tres millones el total de alumnos de escuelas primarias, secundarias y establecimientos de educación superior, correspondiendo la mayor cantidad de la cifra referida a los escolares entre 6 y 18 años.
Lo ocurrido hace poco frente a los establecimientos fiscales de enseñanza, durante las últimas inscripciones escolares, grafica en forma patética las carencias que respecto a infraestructura castiga actualmente al servicio de Educación Pública: prolongadas filas de padres de familia ante los puestos de inscripción de alumnos, tras pasar la noche, muchos de ellos, durmiendo frente a las puertas del establecimiento. Definitivamente, todo un abismo entre disponibilidad de espacios en las respectivas aulas y una población escolar en sostenido crecimiento.
¿Qué hacer para superar semejantes carencias en la cobertura del sistema educativo? La solución no está en un sistema de “sorteo” de inscripciones ni en otras medidas de tipo coyuntural. Urgen planes regionales orientados a acabar con el problema desde el plano infraestructural. Es decir, dotar a la población de locales escolares en cantidad acorde con el número de niños y adolescentes que deban ir a escuelas y colegios fiscales.
A fin de que los gobiernos municipales emprendan la labor citada, se hace absolutamente necesario que cuenten con mayores recursos. El gobierno central debiera promover un reajuste en los montos de los ingresos que perciben las regiones por concepto de impuestos a los hidrocarburos. Tendrá lo necesario para ello si rebaja en forma drástica el gasto que le representan obras y proyectos que no son tan prioritarios como la educación. Algo, lo mencionado, que para el gobierno central representa un reto que debe asumir.