PODEROSO. El presidente de Nicaragua Daniel Ortega habla junto a su esposa, Rosario Murillo, ayer en La Habana.
DANIEL ORTEGA PODRÁ SER CANDIDATO NUEVAMENTE
Aprobada en Nicaragua la reelección indefinida
Aprobada en Nicaragua la reelección indefinida
El sandinismo avaló la reforma constitucional que, además, concede más poder al Presidente. La Iglesia cuestiona la medida
Managua/EFE
La mayoría sandinista en la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó ayer en definitiva una reforma a la Constitución que otorga más poder al presidente del país, Daniel Ortega, y lo habilita para presentarse indefinidamente a la reelección.
La reforma fue aprobada con 64 votos en favor, 25 en contra y ninguna abstención, precisó ante el pleno el titular del Congreso, el sandinista René Núñez.
La modificación constitucional establece la reelección presidencial indefinida, la posibilidad de elegir al presidente en primera vuelta y con mayoría simple de votos, y faculta al jefe del Estado a emitir decretos ejecutivos con fuerza de ley, entre otros.
Los diputados de la opositora Bancada Partido Liberal Independiente (Bapli) se retiraron del hemiciclo una vez que fue aprobado el proyecto en lo general, por lo que en lo particular, o sea artículo por artículo, solo tuvo votos a favor del sandinismo y sus aliados.
La reforma, aprobada en primera legislatura el 10 de diciembre pasado por la mayoría sandinista, volvió a contar con el respaldo del diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) Wilfredo Navarro.
"Esta reforma constitucional profundiza la democracia, la participación de la familia, de la comunidad en el quehacer político que algunos se dicen demócratas", señaló en el pleno el jefe del grupo parlamentario sandinista, Edwin Castro.
Criticó a los sectores que se oponen a esas reformas y que, según el diputado oficialista, hacen llamados a una "rebelión armada".
El debate de la reforma inició con el rechazo de la oposición y de otros sectores como el Episcopado, que denuncian el cariz autoritario de la misma.
La opositora Bapli se opuso con sus votos a ese proyecto bajo el argumento de que la misma da más poder a Ortega sin que ello se traduzca en algún beneficio para los nicaragüenses, según dijo una de sus legisladoras, María Eugenia Sequeira.
"No necesitamos un Somoza, perdón un Ortega 'forever' (para siempre)", en alusión a la dinastía que sojuzgó el país centroamericano por 40 años, dijo en el pleno el subjefe de ese grupo parlamentario opositor, Alberto Lacayo.
La reforma contempla no sólo otorgar más poderes a Ortega sino también mayores facultades al Ejército de Nicaragua.
Ortega, de 68 años, fue reelegido en 2011 para su tercer mandato y segundo consecutivo con un 62.45% de los votos tras una cuestionada candidatura y una jornada electoral plagada de denuncias de irregularidades.
Es considerado por distintos sectores nacionales como el presidente con más poder desde el dictador Anastasio Somoza Debayle, debido a que su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), domina los cuatro poderes del Estado, así como la mayoría de Gobiernos municipales.
El gobernante, un ex guerrillero, lleva casi la mitad de su vida como líder indiscutible del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por el que se presentó en los comicios de 1984, 1990, 1996, 2001, 2006 y 2011, y podrá aspirar a su séptima candidatura en 2016 tras la aprobación de la reforma.
El Episcopado de Nicaragua alertó que el proyecto legislativo "está orientado a favorecer el establecimiento y perpetuación de un poder absoluto a largo plazo, ejercido por una persona o un partido de forma dinástica".
Como Somoza
Ortega es considerado por distintos sectores como el presidente con más poder desde el dictador Anastasio Somoza Debayle, debido a que su partido, el FSLN, domina los cuatro poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral), así como la mayoría de Gobiernos municipales.
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