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Regalitos de Alasita
Regalitos de Alasita
Rodolfo Mier Luzio.- Siguiendo con las tradiciones de la fiesta de alasita, tengo pequeñas ideas para que nuestros gobernantes puedan intercambiar regalitos. Definitivamente es una tradición de los paceños, independientemente de ningún Gobierno. Es un evento ciudadano de la vida, de nuestra tradición, de la forma de ser del paceño.
La tradición que el Presidente asista a la inauguración es normal, pero no asistió; lo representó el Vicepresidente. Sin embargo, eso no le quitó ni le disminuyó nada a la tradicional fiesta. El señor García Linera, como Presidente en ejercicio, dijo que para que se cumplan sus deseos al Presidente Evo le regalará una “Gallinita voluptuosa”; no entendí el significado pero traté de imaginarlo. Al Alcalde paceño le regalará, según dijo, una wawa. Él comprará, antes que una wawa, una casita porque, según dijo, ya no tiene dónde poner sus libros que están hasta bajo la cama y en todas las habitaciones y ya van saliendo por las ventanas. Una declaración grandilocuente para hacerla en alasita, que destaca más bien lo pequeño.
Siguiendo la tradición, los bolivianos podríamos imaginarnos qué regalar a nuestras autoridades del gobierno.
Al Presidente podríamos obsequiarle muchos avioncitos, pequeños helicópteros y carritos blindados para su desplazamiento seguro. Ahh, y una canchita con césped sintético. Al vicepresidente una pequeña colección del “Varguitas”, Premio Nobel de Literatura; colección bien ilustrativa y que no ocupa mucho espacio.
Qué bien haríamos en regalarle al flamante presidente del Senado, unos perritos y un cuchillito para que pueda saciar sus apetitos de sadismo degollador.
Al Presidente de la Cámara de Diputados un aeropuertito para que le ponga el nombre de don Evito; y por si acaso, un pueblito perdido en alguna parte para que vaya a terminar sus días ya que, según se supo, le avergüenza ser de la tierra de Juan Mendoza.
Al ministro que cuida las finanzas del país, le pediremos que se compre en alasita, porque él sí puede comprar, varios milloncitos de bolivianitos, de dolarcitos y de euritos; porque todo lo que se gasta dispendiosamente, se acaba, y los necesitará más temprano que tarde.
Al intocable del gabinete, muchas, muchas piedritas, con preferencia chiquitas y de ambos sexos, para que siga festejando los cuatro años del Estado Plurinacional.
Bien haría el Ministro más cercano al Presidente, en comprar en Alasita, treinta y tres camioncitos para sus juegos preferidos.
Como verán, la fiesta de Alasita puede complacer a todos ya que nuestro Ekeko es dadivoso.
Por lo menos...esa es mi pequeña opinión.
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