José Alfredo Castillo (i) domina el balón durante el cotejo.
. Guabirá sufre para vencer
. Guabirá sufre para vencer
Montero / El Deber
Tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe. En un partido más que complicado y con tres expulsiones, Guabirá consiguió ayer su primera victoria (2-0) en el torneo Clausura y lo hizo ante Nacional Potosí, que hasta el minuto 83 tenía el empate en el bolsillo producto de la falta de efectividad de los montereños, que jugaron en casa.
No hay duda de que el equipo azucarero fue un justo ganador, por las situaciones de gol que generó, por el control de la pelota que tuvo durante casi todo el partido y sobre todo, porque encontró en Darwin Ríos, el hombre que en dos ocasiones supo vulnerar en el epílogo del partido la portería del equipo de la franja roja, que hasta ese momento había sido impenetrable.
Tres tiros al palo, dos de Castillo y uno de Darwin Ríos y más de una decena de remates al arco que fueron tapados, primero por Yadín Salazar y luego por Carlos Navarro, son prueba del dominio del equipo local.
El gol ya se caía de maduro, pero no había quién lo empuje. La gente se desesperaba, los suplentes de Guabirá corrían a traer las pelotas cuando salía, De la Torre parecía enloquecer, hasta que a los 83’ un centro bajo picó antes de que Marteli pudiera cabecear, el bote le pasó por encima y le quedó a Ríos, que suavemente mandó por encima del arquero Navarro, decretando así la locura en el estadio (2-0).
La visita se fue con todo en procura de la igualdad. Luis Palacios, hasta ese minuto, era uno de los defensores más exigidos; en un contragolpe, nuevamente Ríos encaró, amagó y mandó la pelota al fondo de las redes, sellando de esta manera la primera victoria (2-0).
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