Viernes, 7 de febrero de 2014
 

COMICIOS. Los colombianos renovarán el Congreso en marzo próximo.
COMICIOS. Los colombianos renovarán el Congreso en marzo próximo.

PRESENTAN ESTUDIO DE RIESGO

Advierten sobre un fraude en elecciones colombianas

Advierten sobre un fraude en elecciones colombianas

El fraude electoral en Colombia ha mutado de la relación con los grupos paramilitares al clientelismo con el poder económico, legal o ilegal, alertó ayer la Misión de Observación Electoral (MOE) en un informe sobre los próximos comicios al Congreso, que se celebrarán el 9 de marzo.
En el informe "Mapas y factores de riesgo en las elecciones nacionales 2014", presentado en Bogotá, la MOE especificó que 260 municipios de los 1.102 que tiene Colombia están en riesgo de que se produzcan fraudes y hechos de violencia el 9 de marzo.
En el caso específico de irregularidades, hasta 410 municipios colombianos pueden verse afectados por las variables analizadas: participación y competencia electoral, que indican la compra de votos, así como niveles atípicos de votos nulos y no marcados.
La desmovilización formal de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006, así como la fuerte legislación para combatir a la "parapolítica", que llevó a decenas de congresistas con vínculos con paramilitares a la cárcel, escarmentó a los políticos de relacionarse con los grupos armados.
Así lo explicó la directora de la MOE, Alejandra Barrios, quien agregó que ahora los candidatos "prefieren las alianzas con aquellos que tienen intereses económicos legales o ilegales, con gran capacidad de financiar las campañas políticas" y vinculados a la minería o los grandes proyectos agroindustriales.
Barrios explicó que las regiones donde más aumenta el riesgo de fraude electoral, como en el Chocó o los departamentos suroccidentales, albergan actividades económicas relacionadas con "los recursos naturales y todas las actividades extractivas, oro, petróleo y diferentes productos de carácter minero".
Para la MOE, aunque los paramilitares mutaron en bandas criminales, que aún ejercen el poder en algunas regiones como la costa caribeña, estas se desvincularon de la influencia política directa que tenían.
"Pareciera que lo que está importando hoy más no es la relación con la ilegalidad armada, sino con quien tiene poder económico legal o ilegal, con intereses territoriales, y que esos intereses se puedan traducir en el Congreso a través de leyes". EFE