Jueves, 13 de febrero de 2014
 

LA NOTICIA DE PERFIL

Con el agua al cuello

Con el agua al cuello

Paulovich.- Mi pariente espiritual cumplía ayer su abnegada tarea de informarme acerca de lo que sucede en nuestro país y me dijo: “Estamos con el agua al cuello, compadrituy y la crónica que escribiremos rezumará nuestro llanto por los millones de paisanos que sufren a causa de esta tragedia que nos castiga a todos, o casi a todos…”
Mientras ella se comunicaba con Quillacollo para averiguar si alguna de sus propiedades había sido afectada por la lluvia y las riadas, yo me aproximaba a una de mis ventanas para observar la crecida del río Choqueyapu que corre frente a mi casa y musitaba algunas oraciones para que las aguas no subieran de nivel, para luego volver ambos a mi living y cumplir con nuestra labor periodística.
Entonces, ella me dio el titular de esta crónica: “Con el agua al cuello” para después preguntarme si todos nos encontramos en ese estado, a lo que repuse: Estamos con el agua al cuello, pero nuestro consuelo es saber que ya funciona el Satélite “Túpac Katari”, palabras que le provocaron una risotada de esas que se echan las cholitas cochabambinas.
Volví a la carga y dije: Estamos con el agua hasta el ombligo, también llamado “kururu”, pero seguimos preparando con gran entusiasmo la Cumbre G-77 (que son millones y que Evo invitó por su cuenta a Santa Cruz, hermosa y pintoresca capital del Oriente).
Mi comadre cochabambina, que es una cholita de buen corazón que no puede ver a nadie con el agua hasta el kururu, dijo: “¡Pobre nuestro Evito con tantas preocupaciones: Más de dos mil invitados y coladores a Santa Cruz, mientras existen 50 mil familias damnificadas por la lluvia, riadas y desmoronamiento de cerros, y sobre todo ese mundo de preocupaciones tener que candidatear a la Presidencia del Estado Plurinacional por tercera o cuarta vez y contra su voluntad!”.
Con su sensible corazón de cholita a punto de estallar, me conmoví y le rogué que no me siguiera hablando de los sacrificios que realiza el Presidente de los bolivianos, quien contempla el desastre climático desde su avión de lujo que no le presta ni a su amigo Alvarín, aunque sabemos que no vuela cuando llueve porque se mojarían sus alas y tendría que recorrer sus caminos electorales en uno de sus autos blindados que se compró en plena época de crisis económica, sólo disimulada por las cifras que inventa su Ministro Luis Arce Catacora, quien parafraseando a Luis Arce Gómez nos dirá cualquier momento: “A partir de hoy, todos tendrán que caminar con su Presidente bajo el brazo!!!”