MOSOJ LLAJTA. Las familias damnificadas por el deslizamiento en el municipio de Tarvita.

SE DESNUDAN CARENCIAS EN LA ATENCIÓN A DAMNIFICADOS

Instalan campamento en poblado de Tarvita

Sucre/CORREO DEL SUR

Ocho carpas ya fueron instaladas ayer, en la comunidad de Mosoj Llajta, en el municipio de Tarvita, en uno de los pocos lugares donde la tierra no está deslizándose. Después de la tragedia, que empezó el pasado fin de semana, la ayuda para las 31 familias afectadas empieza a llegar.
81 conscriptos se encuentran en la zona prestando ayuda humanitaria; a ellos se suma un equipo del Servicio Departamental de Salud que brinda atención médica y psicológica a los niños y adultos que presenciaron el colosal deslizamiento, que se ensañó con sus viviendas.
De acuerdo con el informe que el gobernador Esteban Urquizu dio anoche, a CORREO DEL SUR, ya se instaló un campamento cerca a la escuela de Mosoj Llajta, con las primeras ocho carpas que fueron transportadas a la zona afectada. Se aguarda la llegada de otras diez carpas y no se descarta solicitar a las autoridades nacionales, otro cupo para albergar a todos los damnificados.
La reciente tragedia ocurrida en Mosoj Llajta, donde varias laderas de cerros ubicados en la cordillera de la provincia Azurduy se agrietaron y deslizaron, volvió a desnudar las carencias que tiene la región en cuanto a la atención inmediata de damnificados. El martes, el propio Urquizu y la ministra de Transparencia, Nardi Suxo, tuvieron que caminar más de una hora para llegar a la comunidad afectada; no hay camino, sólo sendas, por lo cual el transporte de víveres y vituallas es dificultoso.
“Nos vemos obligados a comprar un helicóptero para que esté al servicio de los desastres naturales. Para auxiliar en su caso a familias que están siendo afectadas por el cambio climático. Es importante el tener herramientas, contar con equipamiento para poder movilizarnos rápidamente, para salvar vidas en diferentes provincias”, aseveró Urquizu al oficializar la decisión asumida en las últimas horas.
Se elaborará un proyecto y se buscará el financiamiento respectivo. Urquizu espera concretar la compra en el transcurso de este año.
Mientras tanto, Mosoj Llajta demanda una solución integral.

En Mosoj Llajta

Varias laderas de cerros se agrietaron y deslizaron, afectando a una treintena de familias.
Para llegar a la comunidad, hay que caminar durante una hora porque la ruta vecinal sólo llega a Pampa Huasi.