ENTRE COLUMNAS
De campañas y vituallas
De campañas y vituallas
Rodolfo Mier Luzio.- Lo que sucede en este momento en nuestro país es, en definitiva, un desastre de proporciones preocupantes: lluvias, inundaciones, hambre, enfermedades, pérdida de vidas, de viviendas, de cosechas y de la ganadería, están causando, como no podía ser de otra manera, la preocupación de la población boliviana, de sus autoridades y de los países del mundo entero; han provocado reacciones de solidaridad sincera que las reconocemos, o queremos creer que así sea.
Sin embargo, y es preciso puntualizar, que algunas autoridades de Gobierno, algunos ministerios, han hecho de la tragedia que vive el país una fuente más de la campaña proselitista, en una actitud que mínimamente se la puede considerar irrespetuosa al sufrimiento de las víctimas. El velar por la seguridad de los ciudadanos y socorrerlos en momentos como éste es una obligación constitucional y no un motivo más para ganar votos. Los spots publicitarios que muestran a las autoridades del Ejecutivo, sacrificando sus pantalones y costosos calzados para salir en la “estampita”, dan cuenta, más bien, de una forzada e hipócrita acción de hacerse ver también como víctimas-salvadoras.
Por eso, la reacción de la bancada de oposición de interpelar a la titular de un ministerio que tiene a su cargo publicitar lo que hacen las autoridades del Gobierno, en momentos de dolor y luto, parece lógica y necesaria.
El cumplir con una obligación de las autoridades en momentos difíciles por los que atraviesa nuestra patria, no debe ser aprovechada para realizar campaña. Hasta se imprimieron miles de volantes con la fotografía de ciertas autoridades con el agua hasta las canillas o cargando dos o tres bolsitas de víveres, como un acto de supremos sacrificio; mientras tanto las familias, especialmente del oriente boliviano, tienen el agua hasta el cuello y en muchos casos, no tienen qué llevarse a la boca o cómo curar sus heridas.
Es de muy mal gusto aprovecharse de la desgracia de miles de bolivianos, para mostrarse sin motivo como solidarios con su dolor. Con decir que se están atendiendo las necesidades emergentes de estas desgracias que soporta Bolivia, basta y sobra; el cumplir con una obligación no tiene que ser necesariamente objeto de forzar un protagonismo interesado.
Por último y hablando de vituallas. Decir “estamos llevando alimentos y vituallas...”, es incorrecto. La palabra vituallas, de acuerdo a la RAE, es un “conjunto de alimentos necesarios para un grupo de personas, especialmente los que se preparan para el ejército o para una excursión o un viaje.” Vituallas es un sustantivo femenino que significa “víveres” o “provisiones de boca”. De manera que decir “alimentos y vituallas” es una repetición innecesaria de conceptos. Las transmisiones de televisión, radio y periódicos se reproducen en el exterior, mayor razón para tener en cuenta lo dicho, especialmente por las autoridades.
Por lo menos...esa es mi opinión.
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