Domingo, 2 de marzo de 2014
 

IMPORTACIÓN. Además de importar harina de trigo, el país también compra grano, que sólo el año 2013 alcanzó 103 mil toneladas, por un valor de 40 millones de dólares.
IMPORTACIÓN. Además de importar harina de trigo, el país también compra grano, que sólo el año 2013 alcanzó 103 mil toneladas, por un valor de 40 millones de dólares.

PRODUCTORES DE ESTE GRANO PREFIEREN MIGRAR A OTRO TIPO DE CULTIVOS

Chuquisaca está muy lejos de la soberanía alimentaria del trigo

Chuquisaca está muy lejos de la soberanía alimentaria del trigo



Con el trigo, los productores pierden, no así con la cebada, amaranto y quinua

Sucre/CORREO DEL SUR

Los productores de trigo pierden 228 dólares por hectárea, mientras que sembrando cebada o amaranto ganan 1.800 y 6.500 dólares respectivamente, según el consultor de la FAO, Alfredo León, quien afirma que ante esa situación es muy difícil alcanzar la soberanía alimentaria en Chuquisaca y otras regiones.
“Si no actuamos en serio en el trigo, parece que nunca vamos a llegar a la soberanía alimentaria”, advirtió el consultor de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Bolivia, al presentar un diagnóstico sobre la realidad de este grano en el país.
León estuvo durante la semana en Sucre, donde participó de un taller organizado por la Gobernación de Chuquisaca, luego de estar en similares actividades en Tarija y Potosí.
Apuntó que el costo mínimo de producción del trigo en Cochabamba, Tarija y Potosí está entre 650 y 700 dólares la hectárea, mientras que en Chuquisaca es de Bs 2.500.
Considerando que el quintal de trigo está entre 150 y 160 bolivianos, más o menos la tonelada se monetizaría en 472 dólares. “Entonces el déficit sería de 228 dólares por hectárea. Eso significa que los productores de trigo no ganan, pierden, no recuperan”, sostuvo León.
En esa situación, en varias regiones prefieren cultivar cebada porque los costos de producción suman $us 500 por hectárea, con un rendimiento de 3.5 a 4 toneladas por hectárea.
Por ejemplo, en Potosí están comercializando a Bs 200 el quintal de cebada; eso les permitiría un ingreso de $us 2.318 dólares por hectárea y si se descuenta los $us 500 del costo de producción, más o menos se tendría una utilidad de $us 1.818 por hectárea.
Respecto al amaranto, un producto que en Chuquisaca también se trabaja fuerte, los costos de producción están por los $us 700 con un rendimiento promedio de 1.5 toneladas por hectárea, lo que generaría $us 7.000 por hectárea, y descontado el costo de producción, la utilidad sería de $us 6.500 por hectárea.
La quinua, que ya no sólo se trabaja en los alrededores del Salar de Uyuni, es otro cultivo que entró a los valles interandinos, sobre todo en Cochabamba. Pero también a Chuquisaca y Tarija, donde los costos de producción llegan a $us 600 por hectárea con un rendimiento de 1.5 por hectárea y un precio de Bs 1.900 por quintal; eso da un ingreso de $us 8.976 por hectárea y una utilidad neta de $us 8.300.
Finalmente está la chía, que deja una utilidad de $us 7.000 por hectárea.
“Entonces yo pienso que si no hacemos algo interesante para los productores de trigo y, si ellos ven como opción migrar hacia estos otros cultivos, estamos en grandes problemas”, reflexionó León.
En resumen, sembrando trigo los agricultores pierden $us 228, mientras que con el amaranto ganan $us 6.500, con la cebada $us 1.800, con la quinua $us 8.300 y con la chía $us 7.000 por hectárea.
Al respecto, León cree que el precio del trigo que se paga a los agricultores “parece que es insuficiente y es el principal motivo por el que se está reduciendo fuertemente las superficies de cultivo”.
“Ocurre que los precios en Potosí, Sucre y Cochabamba han ido variando entre Bs 130 y en algún caso hasta Bs 160. Pero esos precios parece que fueron extraordinarios en 2012 y 2013 porque todos los agricultores con quienes pude hablar en los diferentes departamentos me dijeron que años anteriores el precio del quintal estaba en 80 y máximo en Bs 100”, añadió.
Por otro lado, el consultor lamentó que en el país las instituciones del Estado manejen “información distorsionada”, que hace planificar mal. Por ejemplo, citó que en las gobernaciones no hay unidades de información y de generación de estadísticas agropecuarias.
“En Potosí se manejan datos globales a nivel de provincias y en Chuquisaca datos a nivel de municipios. Tarija no tiene ni estimaciones. Entonces cómo podemos armar una estrategia que nos permita llegar a la soberanía alimentaria”, se preguntó.

Déficit

456.000 toneladas de trigo es el déficit total del país, según el promedio obtenido entre la oferta y demanda por la FAO.

Producción

Región Producción/has
Santa Cruz 91.945
Cochabamba 34.619
. Potosí 17.147
Chuquisaca 15.710
La Paz 3.190
Oruro 1.005
Tarija 1.100

Importación

El país anualmente importa más de 200 mil toneladas sólo de harina de trigo, en promedio eso significa un gasto de 90 millones a 100 millones dólares.

Chuquisaca produce trigo en tres de sus cuatro regiones


SUPERFICIE. En el Departamento se tiene 14.282 hectáreas para el cultivo de trigo.

En Chuquisaca se produce trigo en tres regiones, salvo el Chaco. Según la Gobernación, la región Norte se estima un cultivo en 7.750 hectáreas y un rendimiento de 1.04 toneladas por hectárea; en la región Centro 4.056 hectáreas y un rendimiento de 0.91 toneladas por hectárea, y en Cintis una superficie de 2.475 hectáreas y un rendimiento promedio 1.08 toneladas por hectárea.
De las tres regiones se establece que el rendimiento promedio departamental de 1.01 toneladas por hectárea y una superficie total de producción de 14.282 hectáreas.
Respecto a la producción-demanda-déficit, según datos del consultor de la FAO, Alfredo León, Chuquisaca para abastecerse necesita 20.000 toneladas; por lo tanto, una superficie cultivable de 20.000 hectáreas nuevas.
En Chuquisaca el problema para que todavía esté lejos la soberanía alimentaria, según el Proyecto Trigo de la Gobernación, es la escasa disponibilidad del grano y harina local.
Entre las causas, señala a la falta de investigación en variedades de trigos criollos, al desconocimiento de tecnología mejorada del cultivo de trigo, que la superficie del cultivo es reducida, el bajo rendimiento, la baja disponibilidad de trigos harineros, así como la falta de centros de acopio y de centros de transformación.