DESCONTROLADO. Las palomas no tienen un depredador natural que controle su crecimiento poblacional debido a que viven en una zona urbana.
PIDEN CONTROLAR EL CRECIMIENTO DE SU POBLACIÓN CON EL USO DE ANTICONCEPTIVOS
Palomas causan daño irreversible en construcciones patrimoniales
Palomas causan daño irreversible en construcciones patrimoniales
Los daños se evidencian en la piedra, metal y madera de las edificaciones
Luis Alberto Guevara
Los daños que están provocando las palomas al patrimonio arquitectónico de la ciudad son irreversibles y, por eso, urge controlar el crecimiento de su población, según plantean entendidos en la materia como el director de la Escuela Taller Sucre, Domingo Izquierdo.
La piedra, madera y metal son los materiales que más sufren las consecuencias del excremento de las palomas y son las construcciones patrimoniales o antiguas las más débiles a la acción de estas aves que no son domésticas, sino semisalvajes, dijo Izquierdo.
Para el Director de la Escuela Taller Sucre, las palomas que habitan en la ciudad son una “verdadera plaga del aire” para los restauradores, así como son las ratas en tierra para la generalidad de la población.
Se instalan en las partes altas de las construcciones y se introducen en las cornisas y entretechos de las casas, donde encuentran un hábitat ideal para su subsistencia en medio del área urbana de Sucre.
Explicó que las defecaciones, al juntarse con el agua, producen un ácido fuerte que es capaz de causar daños en “la más fuerte de las piedras”; los efectos también se notan en la madera y el metal.
Su muerte también implica efectos de otro tipo, cuando los cadáveres de las palomas, plumas, nidos y bostas se juntan y forman una masa que tranca desagües y bajantes pluviales, provocando fugas de agua hacia lugares poco resistentes a la humedad.
Empero, eso no es todo. Las palomas también representan un riesgo para la salud de las personas debido a que contienen un microorganismo en las plumas conocido en el medio como la “itha” y es ideal para la incubación de la vinchuca.
A decir del experto en restauración, los daños que provocan en las construcciones patrimoniales son irreversibles y cada vez su presencia es mayor en plazas y casas del centro de la ciudad, pero también en barrios del área de expansión, especialmente en techos que son construidos con tejas.
CONTROL
El Director de la Escuela Taller Sucre cree que una solución para controlar los efectos que producen las palomas no pasa por su extinción o eliminación masiva, sino por el uso de anticonceptivos por temporadas para controlar el crecimiento de su población.
Explicó que esa responsabilidad debe ser asumida por la Alcaldía de Sucre asignando recursos para comprar el anticonceptivo que está disponible en veterinarias. Luego, tendría que concertar el modo de distribución con las personas que venden alimentos en la plaza 25 de Mayo.
Recordó que este método de protección del patrimonio ya se ejecutó con éxito en otras ciudades que tienen construcciones antiguas.
Otro elemento que se puede usar para preservar las edificaciones históricas es la instalación de púas de metal, aluminio o acrílico en las cornisas o pretiles para impedir que se posen.
En el país no hay este tipo de púas, pero sí se las puede encontrar en la Argentina. Lo recomendable sería utilizar púas de acrílico que no perturban la calidad visual y artística de las fachadas.
Otro elemento que se puede usar es un repelente químico; sin embargo, su uso temporal lo hace poco efectivo y caro al mismo tiempo.
NO HAY DEPREDADOR
Las palomas son animales semisalvajes que al encontrar su hábitat en los edificios y casas de la ciudad no tienen ningún tipo de depredador natural y por ello su población no para de crecer.
Izquierdo explicó que por el cielo de la ciudad muy pocas veces se ve volar halcones o aguilillos que toman por sorpresa a las palomas, pero eso no es suficiente para enfrentar un problema que no sólo afecta al patrimonio arquitectónico de la ciudad, sino también a las viviendas particulares y a la salud de la población.
En La Paz
El uso de anticonceptivos para controlar el crecimiento de la población de las palomas se usó en la ciudad de La Paz, que tenía serios problemas con la destrucción de las construcciones históricas.
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