PAREMIOLOCOGI@

Las cadenas de Fancesa

Arturo Yáñez Cortes.- Nadie duda que FANCESA es la factoría más importante de Chuquisaca, por el movimiento económico que genera y la riqueza que distribuye: es nuestra gallinita de los huevos de oro. Por tanto, debiéramos mimarla en extremo alejándola de intereses bastardos.
No obstante, en vez de tratarla como el patrimonio regional que se discursea es, está sometida a gruesas cadenas impuestas por quienes deciden o influyen en su administración, evitando proceder con base a criterios siquiera razonables (para no decir técnicos… que así las cosas ya fuera mucho) demostrando una penosa ineptitud para lograr algún grado de consenso sobre su futuro, mejor sí es en paz, para cuidarla de intereses que no buscan su beneficio sino el de grupos de poder que tienen la llave del candado que asegura las cadenas. Me remito como prueba a lo que ocurre con la ubicación de parte de su futura línea de producción en Sucre o en Santa Cruz, convertida en -uno más- de los muchos factores de discordia entre chuquisaqueños.
Cabría entonces tener por lo menos el tino de hacer prevalecer para su administración criterios de naturaleza principalmente técnica que garanticen su crecimiento y su sostenibilidad. Hoy ocurre lo contrario, ya que FANCESA está entrampada por gruesas cadenas que –más allá de discursos, marchas y contra marchas, declaratorias de enemigos, insultos de unos contra otros y paros no sé si cívicos o cínicos- impiden su expansión, revelando una mediocridad que muestra lo peligroso que resulta para una sociedad, cuando sus “líderes” no tienen la talla que el estado del arte y la competencia les exige.
La peor de esas cadenas, es la prevalencia de bajezas partidarias como criterios determinantes para su administración. Esta ha quedado convertida en otro ring más para el enfrentamiento partidario, con todas las degradaciones que acarrea: un “comité cívico” convertido en el chico de los mandados del partido de gobierno; una gobernación cuyos funcionarios no pierden ocasión para enfrentarse con los de la Alcaldía y la Universidad y viceversa, en cuyas últimas instituciones sólo imperan intereses partidarios y en el último caso, de los clanes que la gobiernan so pretexto de autonomía y así sucesivamente, una larga cadena de ruines intereses, que han prostituido los grandes temas de la fábrica que merecen sean abordados con base a criterios diferentes, completamente alejados de las mediocridades propias de una clase partidaria que sólo busca proteger sus intereses, revelando sus pobres y evidentes limitaciones. Otra cadena está impuesta por los poderosos gremios de transportistas, que sin haber puesto un solo centavo como accionistas, actúan y gravitan decisivamente como tales, bloqueando la distribución de cemento cuando les viene en gana e impidiendo la libre competencia, que debiera usarse como factor para mejorar la competitividad de nuestro producto en los mercados del interior.
Por respeto a los intereses chuquisaqueños, los políticos del color que sean deben alejar sus garras de la fábrica. La decisión estratégica para que parte de la nueva línea de producción se instale o no en otro departamento – hasta donde sé jamás se planteó trasladar la fábrica (extremo hasta absurdo para cualquier persona mínimamente informada)-, debe asumirse fundamentalmente huyendo de las vilezas propias de la mediocridades partidarias, dejando que sean técnicos calificados, con base a criterios de esa naturaleza e incluso teniendo en cuenta lo que importa la fábrica para el departamento en otros ámbitos (sociales, etc) decidan, pero jamás hacer depender esa decisión de bastardos intereses que sólo prostituyeron su administración (acordémonos del caso CAC; de la “recuperación de las acciones” sin pago, las peleas entre facciones partidarias en su directorio, etc). A propósito JUAN PABLO II aconsejó que: “Hay quienes ocupan puestos de responsabilidad sin cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder ni de procurar el bienestar de sus pueblos, lo que dificulta que puedan progresar hacia una verdadera paz”. Por eso en Sucre hoy se libra una batalla de bastardos intereses partidarios… Así ¿Cómo quedará la fábrica en el futuro?...