Pablo Salinas volvió a marcar para Blooming; abajo, una jugada del partido en Santa Cruz.
LIGA Blooming le ganó a Wilstermann (2-0) siendo contundente en la primera parte
. Premio a la efectividad
. Premio a la efectividad
Santa Cruz / El Deber
Premio indiscutible al tesón en la última línea, a la claridad en los pases al momento de lanzarse al ataque, y obviamente, a la efectividad en ofensiva. Blooming otra vez sonríe, le ganó por 2-0 a Wilstermann tras una buena primera etapa y logró su segunda victoria al hilo en la semana. Gran trabajo de Ignacio Ithurralde liderando la defensa y de “Koke” Contreras siendo la vía de escape por izquierda. Hoy la academia ya suma 12 puntos cumplida la décima fecha.
Blooming en la etapa inicial se fue con el pecho inflado y el 2-0 logrado hasta ese momento le daba motivos. No había sido absoluto dominador del juego, pero sí tuvo contundencia. Wilster en cambio pese a retener más la pelota, no fue picante, no fue incisivo porque abusó de los remates de larga distancia y solo inquietó con las arremetidas de Augusto Andaveris por izquierda que tuvo a mal traer a Joel Bejarano encargado de cubrirlo por ese sector.
A los 3’ Almirón avisó de lo que tenía y luego a los 19’ aprovechando un perfecto pase de ‘Koke’ Contreras, el argentino penetró en el área, le ganó la espalda a Garzón originando la desesperada salida del meta Cristhian Salinas que prácticamente lo arrolló. ¡Penalll! gritó el estadio y el juez Alejandro Mancilla no dubitó. La pelota la pidió Almirón, la colocó el punto de sentencia y definió picando la pelota. Era el 1-0 para un Blooming urgido.
El gol no hizo reaccionar a la visita que apeló sólo a remates de larga distancia de García Berodia, Ramallo y hasta Félix Quero, pero en casi todas Marco Vaca controló sin inconvenientes. Blooming se iba a ir al descanso todavía con mayor tranquilidad, porque un perfecto pase de Jorge Ortiz para Pablo Salinas, le permitió al delantero definir por arriba del meta (33’). Golazo para provocar el festejo de los hinchas (2-0). Antes del descanso el “Chavo” Díaz mandó a calentar a Alejandro Gómez; se vinieron las variantes.
Wilstermann estaba obligado a adelantar líneas y fue por eso la apuesta por García para penetrar por izquierda. La presión aviadora fue desde el reinicio. Ithurralde, García, Ortiz y hasta Gómez, se replegaron bien, le cerraron los espacios a los delanteros y le facilitaron el trabajo a Marco Vaca.
La presión visitante siguió pero sin efectividad. Al final el árbitro levantó las manos y finalizó el partido.
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