SURAZO
¿A qué vino Rózsa?
¿A qué vino Rózsa?
Juan José Toro Montoya.- Eduardo Rózsa Flores nació en Santa Cruz así que tenía mil motivos para visitar esa ciudad. Era periodista, escritor, actor, productor de cine y militar así que su llegada a Bolivia pudo estar relacionada con cualquiera de sus ocupaciones. Si nos atenemos a la Ley 045, su condición de coronel del ejército croata y héroe de la Guerra de los Balcanes no debió ser motivo para una persecución en su contra.
Con sólo esos antecedentes, es fácil decir que la huida del exfiscal Marcelo Soza ha demostrado que el denominado “caso terrorismo I” es un montaje y, por tanto, la investigación debe cerrarse.
Y no. No debe cerrarse.
Eduardo Rózsa Flores no fue a Santa Cruz por motivos familiares o laborales.
El 8 de septiembre de 2008, antes de partir a nuestro país, Rózsa concedió una entrevista al periodista András Kepes en la que reveló que “hace un año y medio me buscaron de Bolivia, donde yo nací, en Santa Cruz”.
Entonces, Rózsa no vino por iniciativa propia sino que lo hicieron llamar pero… ¿por qué y para qué?
Además de Rózsa, otras personas llegaron a Bolivia entre fines del 2008 y principios de 2009, la mayoría de ellos extranjeros: Elöd Tóasó, Gaspar Daniel, Ivan Pistovcak, Tamas Lajos, Michael Dwyer, Dudog Gabor, Jorge Flores, Mario Tadic, Magyarosi Árpád y Jorge Hurtado. Casi todos tenían conocimientos militares y de combate y pertenecían a la “Brigada Internacional”, una fuerza armada conformada por mercenarios de diferentes nacionalidades que apoyó el desmembramiento de Yugoslavia. Michael Dwyer, considerado el guardaespaldas de Rózsa, ingresó a Bolivia junto al húngaro Tibor Révézs, fundador de la Logia Secuiestim que es descrita como “una organización paramilitar que lucha por la separación de Székely Land, una región de Rumania habitada por la minoría húngara” y es “una organización soberana destinada a formar milicias para defender a los ciudadanos”.
Los antecedentes separatistas de los mercenarios son impresionantes y hacen más urgente encontrar una respuesta al titular de este artículo: ¿A qué vino Rózsa?
Lo inquietante no sólo es que lo hayan hecho llamar sino que se hayan pagado los pasajes de él y su grupo, su alojamiento y alimentación. En la frondosa documentación que reunió la comisión legislativa multipartidaria que investigó el caso figuran nombres como Luis Alberto Hurtado Vaca, Enrique Vaca Pedraza, Alejandro Melgar y Carlos Guillén que habrían sido quienes realizaron los pagos de pasajes y alojamiento en tres hoteles de Santa Cruz. Los tres primeros están vinculados a instituciones como la Cooperativa de Telecomunicaciones de Santa Cruz (Cotas), la federación de ganaderos de esa región y la Cámara de Industria y Comercio (Cainco). Guillén es identificado como presidente del club Blooming.
¿A qué vino Rózsa?
La respuesta la dio el propio héroe de los Balcanes en la entrevista con András Kepes: “Si no hay autonomía y no podemos vivir juntos, vamos a gritar que somos independientes y haremos un nuevo país”.
Es cierto que este caso está contaminado políticamente pero la huida de Soza no es suficiente argumento para enterrarlo. Está claro que hubo un movimiento separatista en Santa Cruz y es preciso saber quiénes lo orquestaron. Quizás por eso, hay legisladores y abogados de Santa Cruz que insisten que el caso debe cerrarse.
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