EDITORIAL
La unidad se construye
La unidad se construye
La causa marítima es un motivo de unidad entre los bolivianos, pero ésta se ha debilitado más de una vez por errores de los gobernantes
El tema de nuestro enclaustramiento marítimo es tan intenso que en una fecha como la de hoy o del 14 de febrero, se presenta un sentimiento de unidad ante una demanda que la consideramos justa y legítima como es la de recuperar una salida soberana al Pacífico.
Más allá de los avatares que nos condujeron a la firma de un tratado de paz con Chile, en el que se consolidó nuestro enclaustramiento, a lo largo de los años en Bolivia se han planteado diversas iniciativas para recuperar esa salida. Sin embargo, la obcecación chilena, la muy interesada posición de Perú, la poca capacidad de traducir apoyos en acciones entre los países de la región y, es preciso señalar, serios errores cometidos por muchas de nuestras sucesivas autoridades, han impedido que esa demanda pueda ser satisfecha. Sin embargo, la necesidad es más grande que las frustraciones y como dijeron varios ex mandatarios, mientras haya un boliviano en la faz de la tierra y Bolivia no recupera el mar, éste seguirá pidiendo que se satisfaga esta demanda.
Con ese telón de fondo, este 23 de marzo se celebra con prudente esperanza en la nueva estrategia adoptada por el gobierno del presidente Evo Morales consistente en demandar a Chile ante el Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya para que ésta, en base al “derecho expectaticio”, disponga que este país negocie con Bolivia una salida soberana y libre al Pacífico.
Como siempre ha sucedido en el país, rápidamente la ciudadanía se ha alineado detrás de esta estrategia y la va acompañando con generosidad, pues más allá de divergencias legítimas, prima el sentimiento de que en este tema no hay otra posibilidad que adoptar esa actitud.
Además, este nuevo planteamiento –cuyo contenido detallado aún no se conoce y resta presentar ante ese tribunal una serie de documentos más—ha dejado desconcertado al estamento político-diplomático chileno, donde, más allá de la retórica triunfalista sobre sus políticas de Estado, presentan y explicitan divergencias importantes sobre el tratamiento que se debe dar al tema.
En este contexto es que recordamos este 23 de marzo la gesta de Eduardo Avaroa en defensa del país. Y lo hacemos, además, en circunstancias en que el gobierno, por errores propios, vive uno de sus peores momentos de legitimidad. De ahí que es importante recordar a las autoridades que cometerían un error si intentan aprovechar el tema del mar para fines internos, más aún cuando un tema de esta naturaleza hace que aparezcan diversos voceros que, por falta de coordinación o conocimiento, pueden afectar negativamente la estrategia a desarrollar.
Por eso, este 23 de marzo hay que recordar que el primer impulso de la población siempre ha sido buscar la unidad ante la demanda de recuperar una salida al mar, pero también que ésta se ha perdido por errores cometidos por las autoridades que subalternizaron el tema para alcanzar sus propis fines.
Es de esperar que ello no suceda y las autoridades comprendan que esa unidad requiere ser abonada en forma permanente.
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