BUSCANDO LA VERDAD
El año de las agroexportaciones…
El año de las agroexportaciones…
Gary Antonio Rodríguez Álvarez.- Según datos del INE, Bolivia registró resultados muy importantes en materia de exportaciones en la gestión 2013 al superar los 12.000 millones de dólares, pese a la brutal caída de los minerales. Por su parte, las Exportaciones No Tradicionales (ENT) batieron también un récord al rebasar los 2.400 millones de dólares con casi 3,4 millones de toneladas exportadas, algo nunca visto. La alegría no fue total pues los sectores maderero, textil y castañero, cayeron.
Que las ENT crezcan tiene una connotación especial para Bolivia, porque a diferencia de la exportación de recursos naturales extractivos y no renovables que “merma” el acervo físico del país con cada molécula de gas y cada gramo de mineral que sale al exterior, la virtud de las ENT agropecuarias, agroindustriales, forestales y manufactureras es que no solo son renovables y sostenibles, sino que más allá de las ingentes divisas que prodigan, su gran efecto multiplicador en la producción de materias primas y su industrialización, aporta cientos de miles de empleos en los servicios involucrados a lo largo de sus vastas cadenas productivas, algo que tampoco ocurriría si solamente se dedicaran a abastecer el mercado boliviano.
Dentro de las ENT, las agroexportaciones –toda la gama de alimentos– significan un 80%, destacando en ellas las “oleaginosas” (soya, girasol y derivados) que por vez primera sumaron 1.285 millones de dólares por más de 2,5 millones de toneladas y el “azúcar, alcohol y derivados”, con 141 millones de dólares por 250 mil toneladas, aunque el “campanazo” lo dio la quinua con 168 millones por 37.000 toneladas.
Para exportar se precisa no solo una producción de excelente calidad y buen precio, sino conquistar mercados externos y este esfuerzo es del sector privado que asume el riesgo de invertir, producir, abastecer a Bolivia y luego conquistar clientes extranjeros. Sin embargo, ciertas normas –v.gr., fijación de precios, prohibiciones y cupos de exportación– no ayudan a ello al introducir factores de incertidumbre que perjudican a la oferta boliviana frente a portentosos competidores como son EEUU y Mercosur.
Agradezcamos a los bolivianos y extranjeros que arriesgaron, invirtieron y produjeron más para que las agroexportaciones lleguen a 1.920 millones de dólares y 2,9 millones de toneladas el 2013, bastante lejos de los 415 millones de dólares y 1,4 millones de toneladas del 2000.
Con seguridad jurídica para invertir y libertad para exportar, que Bolivia crezca al 7% o más, sería facilito…
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