Viernes, 28 de marzo de 2014
 

ENTRE COLUMNAS

Una universidad, ejemplo académico y de patriotismo

Una universidad, ejemplo académico y de patriotismo

Rodolfo Mier Luzio.- Nadie puede cuestionar, hoy en día, el papel que juega la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier en el campo académico e histórico, y como dijo su Rector, el Ing. Wálter Arízaga, “San Francisco Xavier es una de las universidades mejores ubicadas entre las universidades de Bolivia, por formar en sus aulas profesionales idóneos, competitivos y éticos, capaces de investigar científicamente la realidad, contribuyendo de esta manera al desarrollo sostenible de Chuquisaca y Bolivia".
Fue la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, en cuyas aulas se incubaron las ideas libertarias, la que jugó un rol preponderante para esos propósitos. Así pues, entre los antecedentes más importantes del Primer Grito Libertario de América, está la Universidad como fragua que forjó las mentes con claras ideas de independencia.
Los españoles creyeron que hacían de esta institución una plataforma política a favor de su dominación y su prestigio; resultó, andando el tiempo, precisamente lo contrario. Políticamente, la Universidad fue el ariete más formidable contra el grueso muro del poder español en el Alto Perú. El Rey español, al conceder a los jesuitas el privilegio de fundar la Universidad de Charcas, habría dicho enfáticamente que “era para la mayor difusión de la fe católica y triunfo de la justicia, en el nuevo continente”. A la vuelta de los años, precisamente en nombre de la justicia, los paladines salidos de la universidad, romperían el yugo que les oprimía.
Y los mismos propagandistas de la fe católica, los mismos sacerdotes de la religión, serían quienes ya desde el púlpito, ya en el parlamento, en la calle, en los campos de batalla, en las prisiones y destierros y desde los claustros universitarios, sostendrían contra España, los sagrados principios de Justicia y Libertad.
Su permanencia y presencia en el tiempo, hace que los 390 años de vida institucional refuercen, día que pasa, la importancia de la Casa de Estudios Superiores, su prestigio e idoneidad académica. Sus relaciones con las universidades más prestigiosas del mundo, como la de Salamanca en España, la de Córdoba en Argentina o la Universidad Soka Gakkai del Japón, en la cual el actual Rector don Wálter Arízaga, fue nombrado “Doctor Honoris Causa”, avalan su prestigio mundial.
Ahora, la Universidad de Charcas, como se la denominaba antiguamente, crece a pasos agigantados de la mano de su Rector, con la creación de nueva infraestructura, laboratorios y modernos hospitales universitarios, haciendo de Sucre un referente obligado en la medicina.
390 años, en el ámbito académico y en la historia de un país, no es poca cosa.
Por lo menos...esa es mi opinión.