TAL COMO LO VEO

Romances secretos

Waldo Peña Cazas.- El líder del MSM desmiente compromisos electorales con el Gobernador de Santa Cruz Rubén Costas; pero admite haber sostenido conversaciones acerca de ideología y otras cosillas nimias en la praxis política. Dice estar en un “proceso de acercamiento”. Para buen entendedor: parece que hay romance, aunque sin confirmar, pues aún está pendiente la cuestión que de veras importa: la dote, la bolsa.
Los tiempos y las costumbres han cambiado; pero los contubernios políticos siguen dándose como antaño se daban los “pololeos” previos al himeneo: en oscuros zaguanes o plazuelas, a escondidas de los padres y del qué dirán. Sin embargo, igual que ayer, los furtivos amantes y los secretos enjuagues políticos se ponen en evidencia por el chisme y por la propia indiscreción o lengua larga de los futuros amantes. Aunque lo nieguen los romeos y las julietas, está claro que ya existen oscuros compromisos, acuerdos, convenios, alianzas, aconchabamientos o como quiera que se llamen esas mañas. Tarde o temprano, claro, vendrán los platos rotos en las cabezas.
El instinto popular ya ha percibido algunos arrumacos claramente identificables: un noviazgo, o por lo menos un coqueteo, entre el oficialismo, la COB y las Cooperativas Mineras¸ y algo parecido entre un empresario del cemento, una juntucha de viejos partidos en desgracia y ciertos disidentes del MAS. Están en tanteos; pero tienen un problema en común: todos quieren dar un “braguetazo”, y nadie se conforma con migajas. La cuestión es ¿quién pisa más fuerte? ¿No ocurrió lo mismo con los viejos acuerdos patrióticos o “mega coaliciones” conformadas por UCS, MNR, FSB, ADN, Condepa y otros tórtolos hoy difuntos?
Lógico: los grandes líderes niegan sus oscuros compromisos como quien niega relaciones incestuosas o adulterinas; pero cualquier día las doncellas aparecerán con la nariz crecida, como Pinocho, y con la barriga hinchada como un bombo. No en vano altos dirigentes de facciones rivales defienden hoy a sus rivales de las acusaciones que ellos mismos hacían ayer. Goni Sánchez denunció al empresario cervecero Max Fernández por evasión de impuestos; pero luego le hizo un campito en su harem y se olvidó del asunto. ¿No son éstas muestras claras de amor, o por lo menos de conchabamiento por interés?
Todo el mundo tiene derecho a enamorarse y a encamarse con quien le venga en gana; pero los partidos políticos son depositarios de ideologías, de programas de gobierno, y representan corrientes de opinión que no deben traicionar. Sin embargo, en virtud de estas secretas alianzas, quienes voten por Evo quizá votarán por el neoliberalismo, y quienes voten por Rubén Costas quizá favorezcan al separatismo o al terrorismo, sin querer. Hace años, los votos por el endógeno Palenque favorecieron al exógeno Banzer.
Sin saberlo, el ciudadano puede votar por quien menos quiere; y al final los elegidos serán los que menos esperamos. Es la fatalidad democrática.