LA NOTICIA DE PERFIL
De Orinoca al Palacio
De Orinoca al Palacio
Paulovich.- El título de esta crónica no es mío ni tampoco de mi pariente espiritual, sino del señor Evo Morales Ayma, presidente vitalicio del Estado Plurinacional y Folklórico, autor de su biografía escrita en borrador por su ex encargado de prensa señor Canelas y que todavía no ha leído mi comadre Macacha.
La clara inteligencia de la cholita cochabambina me llevó a tratar con ella la aparición de este gran aporte a la bibliografía boliviana pues ningún Presidente boliviano se había atrevido a escribir su propia biografía, ni siquiera los más letrados como Andrés de Santa Cruz y Calahumana, Mariano Baptista o Carlos D. Mesa, lo cual impulsó a que mi comadrita me dijera: “Este libro se convertirá en un ‘Bestseller” porque será lanzado a la circulación en plena campaña electoral y no sería raro que fuera sugerido para el próximo Premio Nobel de Literatura…”, palabras que escuché con atención reflexiva.
Macacha se hallaba entusiasmada con el libro de Evo y me preguntó alborozada si ella también podría escribir un libro, respondiéndole sinceramente que sí, pues no se trata de ninguna aventura imposible pues yo había publicado diez libros y no me había sucedido nada extraordinario, palabras que alentaron a la cholita, sobre todo cuando le dije que “el papel aguanta todo” y que a ella le sobraba talento e imaginación como a la mayoría de los cochabambinos.
Estas mis palabras la volvieron loca de contento pues se acercó a mí, me frotó las orejas hasta ponerlas coloradas para luego besarlas castamente y proponerme la misión de corregir sus faltas de ortografía y sobre todo de sintaxis, proposición que acepté de inmediato aunque aclarándole que le cobraría moderadamente porque yo no trabajo gratis para nadie, ni para mi querida comadre.
Entre tira y afloja llegamos a un buen precio y luego de firmar un contrato sencillo, indiqué a mi comadrita que pusiera manos a la obra histórica y literaria que se pondría a escribir de inmediato.
Se fue a mi escritorio y al cabo de algunos minutos reapareció con la primera página de su obra primigenia que llevaba por título “De Quillacollo a la Aduana Nacional”, por Macacha viuda de Racacha, prólogo del escritor y periodista Paulino Huanca antes conocido como Paulovich.
No pude menos que preguntarle por qué fijó a la Aduana como su máxima aspiración laboral y administrativa, respondiéndome que en la dirección de ese organismo se ganaba más dinero que en el Palacio de Gobierno mientras los contrabandistas hacían de las suyas.
Incliné la cabeza ante su apreciación pues estoy convencido de que mi comadre Macacha sabe de dinero mucho más que yo, pues sólo me resignaría a escribir el prólogo de la cholita escritora que tratará de anular al nuevo escritor Evo Morales Ayma, autor de su autobiografía que nada tiene que ver con sus nuevos autos blindados.
|