Democracia y educación
Democracia y educación
Mauricio Ochoa Urioste.- La educación formal en la evolución de las instituciones jurídicas, los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho son asignaturas que desde la fundación de la República han quedado relegadas de la malla curricular en el nivel de formación secundaria de Bolivia. Una aproximación al tema nos deja entrever que inclusive la historia del derecho boliviano –es decir, el derecho precolombino, indiano y republicano– es poco impartida en las universidades. Estas circunstancias dejan acéfala la formación integral en valores democráticos a los estudiantes bolivianos y por consiguiente la sociedad entera desvaloriza un caudal inmenso de conocimiento, cuánto más necesario es en la consolidación del Estado social y democrático de derecho.
Mi formación jurídica y visita a universidades europeas y sudamericanas me motivó varias veces a interrogarme cómo es posible que en un país como Bolivia no se enseñe en todas las facultades de derecho, por ejemplo, el derecho indiano, siendo que Sucre fue la sede de la Real Audiencia de Charcas y cuenta con un acervo de incalculable valía en su Archivo Nacional. Como sabemos, la Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas, conocida simplemente como Audiencia de Charcas, era el más alto tribunal de la Corona española en la zona conocida como Charcas, llamada tardíamente Alto Perú (hoy Bolivia). Hasta 1776 fue parte del Virreinato del Perú, luego fue parte del Virreinato del Río de la Plata. El virrey del Perú la anexó provisionalmente a su virreinato en 1810. Tuvo su sede en la ciudad de La Plata, llamada también Chuquisaca (Sucre desde 1839). La Audiencia de Charcas en sus inicios tuvo bajo su jurisdicción a los actuales países del cono sur y la explotación de la riquísima mina de plata de Potosí.
Los valores democráticos, los derechos humanos y el Estado de Derecho son conocimientos principalísimos de cualquier sociedad moderna. A juzgar por lo antes dicho, en su gran mayoría los jóvenes bolivianos desconocen la importancia de la separación de poderes, la solidaridad, los deberes y obligaciones de los ciudadanos, y más importante aún, las garantías constitucionales y los derechos fundamentales que hacen a la naturaleza de todos los seres humanos, sin distinción de raza, opinión política, religiosa y de otra índole.
Otro problema limitativo es la falta de educadores en estas áreas y la pobreza de las bibliotecas nacionales, salvo contadas excepciones. Es una tarea pendiente que el Gobierno de Bolivia impulse la creación de una Biblioteca Nacional que reúna todos los fondos bibliográficos de la nación, una selecta gama de libros, periódicos, revistas, y otros soportes de la literatura universal, y lleve así adelante la propagación a puertas abiertas de la cultura a todo ciudadano del mundo. La Biblioteca Nacional de Bolivia, de acceso a todo público, sería el mejor aporte para fomentar las humanidades, las ciencias, las artes y las tecnologías.
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