Gunnar Mendoza, director del ABNB
Gunnar Mendoza, director del ABNB
Gonzalo Molina Echeverría.- Hace 70 años (siete décadas), el 3 de abril de 1944, Gunnar Mendoza Loza (1914-1994), que no había cumplido aún 30 años de edad, fue posesionado como director del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia por generosidad del destino, cargo que ejerció hasta prácticamente su muerte el 5 de marzo de 1994. El 3 de septiembre se cumple el Centenario de su nacimiento.
Mediante Memorádum Nº 414/44, de 31 de marzo de 1944, de la Prefectura y Comandancia General del Departamento de Chuquisaca, firmado por el Prefecto Mario Estenssoro, dirigida a Gunnar Mendoza, le hace conocer el tenor del telegrama recibido del Ministerio de Educación, para que el Prefecto le posesione en el cargo de Director de la Biblioteca y el Archivo Nacionales. Efectivamente, en la fecha señalada, Gunnar Mendoza fue posesionado en el despacho del prefecto, el día lunes 3 de abril a Hrs. 14:30, como se evidencia en el Acta levantada Nº 13/44: “En Sucre, Capital de la República de Bolivia, a horas catorce y treinta del día tres de abril del año mil novecientos cuarenticuatro, fue presente en el Despacho Prefectural el señor Gunnar Mendoza, a objeto de tomar posesión del cargo de Director de la Biblioteca y Archivo Nacionales de esta ciudad.--- Previo juramento de ley, se le ministró posesión en el indicado cargo de acuerdo al telegrama de 19 de marzo del señor Ministro de Educación.--- En comprobante firman el señor Prefecto del Departamento, el interesado y el suscrito Secretario que certifica.--- (Fdo.) Mario Estenssoro, Prefecto.--- Gunnar Mendoza.--- R. Fortún.--- Secretario de la Prefectura del Departamento.—”. Gunnar Mendoza, mediante nota de fecha 5 de abril, dirigida al Jefe del Distrito Telegráfico, le informa lo siguiente: “Para los fines consiguientes me permito poner en su conocimiento que desde el día de ayer esta Dirección está a mi cargo”.
La noticia tuvo repercusión favorable en la prensa, que manifestó que “se hacía impostergable encomendar la Dirección de nuestra Biblioteca a una persona que como el joven intelectual Gunnar Mendoza sea de amplia cultura y suficientemente capacitada para desempeñar un cargo de tan relevante función cultural y nacional. Por ser indiscutibles la importancia de la Dirección referida, así como los méritos del nombrado Director, la noticia de esta designación ha sido acogida con gran beneplácito de los círculos estudiantiles, de los centros culturales y del público en general” (“Ayer se posesionó el nuevo director de la Biblioteca Nal. de Sucre” (La Época, Sucre, 4 abril, 1944).
Una de sus primeras preocupaciones y medidas fue gestionar un nuevo edificio para el ABNB, que funcionaba entonces en el antiguo Palacio de Justicia (destinado por ley al Colegio Junín), por ser inadecuado y en condiciones de deterioro. Consiguientemente el director elabora el “Proyecto de Decreto Supremo reglamentario del artículo 2 de la ley de diciembre 12 de 1947 relativo a la construcción de un edificio para la Biblioteca y el Archivo Nacionales”, como consecuencia del sismo ocurrido en la ciudad el 27 de marzo de 1948, que había causado serios daños al edificio. En carta del 3 de julio de 1948, Gunnar Mendoza se dirige al Gerente de la Oficina de Reconstrucción de Sucre, Dr. Alfredo Gutiérrez Salgar, sobre las necesidades del ABNB para la proyección de un nuevo edificio. En dicho oficio demanda la atención prioritaria que el ABNB debe merecer en relación a la jerarquía de la institución de acuerdo con las especificaciones técnicas con proyección a futuro para la ejecución a cargo de un arquitecto especializado en este tipo de construcciones. Tuvieron que pasar siete años, hasta que en 1955, Gunnar Mendoza recibe un edificio adaptado para el ABNB (calle España 43, actual Biblioteca Pública “Gunnar Mendoza Loza”). En su discurso de recepción hace una relación de los antecedentes que llevaron a la remodelación del nuevo edificio para el ABNB en el que considera que se trata un prolongado y arduo esfuerzo que se inició a partir de 1944 a pocas semanas de su posesión como director de la institución, gestión llevada a cabo ante el Ministerio de Educación para la adquisición de un nuevo edificio propio y funcional, sin embargo no se efectivizó. El sismo de 1948 obligó prácticamente a una serie de reparaciones en el local afectado del antiguo convento de Santo Domingo.
A través del Comité de Reconstrucción se proyectó la necesidad de un nuevo edificio, sin embargo, la baja del precio del estaño en el mercado internacional obligó a cancelar el proyecto. Con la instalación del colegio Junín en el mismo edificio, el ABNB se vio drásticamente reducido de espacio. Descartada la construcción de un nuevo edificio, se encaró, entonces, la adaptación de un edificio acorde a la realidad y urgencia del caso con la adquisición del inmueble al Club de la Unión por parte del Ministerio de Educación (abril 1951), mientras el Comité de Reconstrucción tomó a su cargo los trabajos de adaptación del edificio. En febrero de 1952, los planos de adaptación y de distribución de los ambientes son aprobados y en mayo el Prefecto hace entrega del edificio al Comité de Reconstrucción para el inicio de los trabajos.
Luego, puntualiza la misión del ABNB de organizar y conservar el patrimonio documental y bibliográfico del país que constituyen bienes inapreciables de valor vital para acentuar la conciencia colectiva de identidad nacional. Para la conservación y organización debida de estos materiales es imprescindible, señala, contar con una infraestructura adecuada, con un nuevo edificio propio y especialmente adaptado. Sin embargo, reitera, como en otras ocasiones, que la solución a este problema es la construcción de un edificio funcional y moderno con todos los requisitos técnicos. Concluye con la convicción de que este hecho será una realidad con el deber y responsabilidad ineludibles de su condición de director: “No cesaremos en el esfuerzo por ímprobo que sea para obtener finalmente la construcción del edificio propio y funcional que el Archivo Nacional y la Biblioteca Nacional deben tener de acuerdo con su función y jerarquía”. (“Discurso del Director del Archivo Nacional de Bolivia y la Biblioteca Nacional de Bolivia Sr. Gunnar Mendoza L. en el acto de recepción del edificio nuevo adaptado para dicho plantel por la Oficina de Reconstrucción de la capital de la República”. Sucre, mayo 31, 1955). Su perseverancia se traduce en el Decreto Supremo Nº 22199 (24 mayo 1989) que él había proyectado: “Se declara de máxima necesidad y utilidad de la Nación de dotación al Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia de un edificio propio”. Sin embargo, no alcanzó a la fase de calificación de las propuestas para la construcción (1996), mucho menos al acto de la inauguración (31 oct. 2002) del nuevo edificio (calle Dalence 4).
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