DESDE LA TIERRA
Teleférico, más dudas que certezas
Teleférico, más dudas que certezas
Lupe Cajías.- Empieza la publicidad para convencer a los paceños sobre los beneficios que el teleférico traerá a su vida cotidiana. Sin embargo, ninguno de los problemas señalados hace meses parece estar resuelto; peor aún, el avance de las obras confirma las características que suelen acompañar varios grandes proyectos del MAS: falta de licitación, improvisación, motivación política más que técnica. Por tanto, la costosa inversión no es parte de un sistema integral metropolitano.
La única certeza es que será un medio seguro y la empresa europea se esfuerza por emplear alta tecnología en la construcción de las terminales y de las torres. Quizá existan problemas personales para el traslado –vértigo, claustrofobia por los minutos de viaje–, pero en general el viaje será placentero.
El teleférico cambiará el paisaje local. Desde las alturas, llamarán la atención esas coloridas cabinas que parecen polleras al viento y muchos turistas se animarán a pasear en una experiencia única pues, por lo menos en la región, no hay un traslado masivo con tanta inclinación; ni siquiera en Medellín.
Medios paraestatales publican fotografías de una bella cholita y la consigna: la ciudad que más marchó, comenzará a volar. Una frase con un doble error: es un mensaje sólo para los alteños y se refuerza el prejuicio de El Alto movilizado cuando lo mejor de él es su creatividad y sus recursos humanos.
Sin que se explique por qué, las torres están en medio de las veredas. En la Entre Ríos o cortando el centenario muro del Cementerio General, aunque esa línea parece la más coherente. En cambio, los habitantes de la Curva de Holguín y de Obrajes ya sufren la invasión de las obras en su entorno. ¿Se pensó en el paisajismo antes de definir las líneas? ¿En el derecho al aire sobre una vivienda? ¿En la contaminación acústica? Sin nombrar el costo de luz, que no sale en la propaganda,
Como habitante de Sopocachi contemplo desolada el cambio triste del barrio. Las torres invaden calles que aliviaban el tráfico del medio día, en la final Vincenti y en la Cervantes, ¡delante de viviendas! La parada se construye al borde de vías estrechas y los pasajeros harán conexiones con minibuses porque no entran buses. ¿No contradice esto la tendencia a modernizar el transporte con buses masivos? Decenas, centenas de personas correrán buscando conexiones en esta terminal. La autoridad del teleférico informó que “estudian” cómo se alimentarán las conexiones; ¿por qué no reflexionaron antes?
Sin planificación ni licitación ni participación ciudadana, no hay resultados sostenibles.
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