Domingo, 13 de abril de 2014
 

LA NOTICIA DE PERFIL

Domingo de Ramos en La Paz

Domingo de Ramos en La Paz

Paulovich.- Mi pariente espiritual es católica, apostólica y cochabambina, aunque ella sostiene que pertenece a la Secta de los Quillacolleños que es más ortodoxa y exigente pues ésta no permite el divorcio ni nuevos matrimonios a las viudas, habiéndome enseñado muchas veces que la viuda que se casa nuevamente se merecía enviudar. En resumen las cholitas de Quillacollo practican una religión muy especial.
Al anunciarme que la cristiandad celebra hoy el Domingo de Ramos me manifestó que ella me relataría la entrada de Jesús en Jerusalén a su manera para que los cristianos bolivianos como yo y muchos otros la pudiéramos entender mejor. Ante esa posibilidad, agaché la cabeza y le dije hualaychamente ¡adelante con los faroles! Diciendo así mi comadre con seriedad y tono de un predicar de la Orden de los Predicadores.
Corría el año 2014, año Electoral en Bolivia, gobernada en ese entonces por Evo Poncio Morales y por Álvaro Bon García Linera quien a la sazón se encontraba en Europa dando conferencias sobre Socialismo a los marxistas dispersos que sobrevivían por esas tierras paganas.
Como faltaba muy poco para la Pascua, y el pueblo de La Paz andaba revuelto el Gobernador Evo Poncio Morales había mandado cerrar la plaza Murillo donde se encontraba uno de sus palacios, pero Jesús y sus partidarios que debían ingresar triunfalmente para ser ovacionados por los paceños en este Domingo de Ramos se reunieron de emergencia en una cueva del Barrio de Chijini y resolvieron ingresar a La Paz partiendo de la zona del Gran Poder hasta llegar al Prado y de ahí desplazarse a otros barrios de la ciudad, impostergablemente y hasta las últimas consecuencias, de acuerdo a las expresiones populares de este tiempo.
Las autoridades del Ministerio de Gobierno habían sido informadas de que Jesús y sus seguidores ingresarían a la ciudad en autos blindados y motocicletas, pero las cosas no sucedieron así pues Jesús ingresó en La Paz triunfalmente custodiado por cholos y cholas, caballeros y señoras, a lo que siguieron católicos de todas las etnias que hay en Bolivia que desfilaron con sus palmas diciendo en sus oraciones glorias y aleluyas que equivalieron a los gritos de los jerosolimitanos del Imperio Romano. Hasta aquí fue la versión de la cholita que es mi comadre.
Su comprensión del Domingo de Ramos en La Paz y en otras ciudades y pueblos de Bolivia me pareció ortodoxa pues resulta inobjetable si admitimos que el ingreso triunfal de Jesús en Jerusalén montado en un burrito volvió a repetirse este Domingo, mientras el Gobernador Evo Poncio Morales continuaba su campaña electoral montado en sus aviones y helicópteros de lujo.
Felicité a mi comadre Macacha por su libre versión y ella en un supremo piropazo a su compadrituy exclamó: Yo también tengo un burrito en este Domingo de Ramos e iré a pasear con él por nuestras calles aunque él siga manteniendo su facha de periodista no tan burro.