DÁRSENA DE PAPEL
“EGTKatering” y las Wiki-verdades
“EGTKatering” y las Wiki-verdades
Oscar Díaz Arnau.- Un travieso de esos que abundan en la Red, aprovechándose de la gran apertura de Wikipedia, le cambió el nombre al EGTK: el 2 de abril de este año, al menos, el Ejército Guerrillero Túpac Katari pasó a denominarse en la web “Ejército Guerrillero Túpac Katering”. No es broma, así estaba asentado en la más popular de las enciclopedias en línea, exactamente, en la referencia que correspondía a “Álvaro García Linera”.
Para mayor evidencia, Wikipedia aclaraba ese día que “un wikipedista está trabajando actualmente en extender este artículo. Es posible que, a causa de ello, haya lagunas de contenido o deficiencias de formato (…)”.
La deformación en el carnet de identidad del grupo indigenista tiene que ver con la denuncia en contra del Vicepresidente del Estado, cuya cuñada manejaba el catering (con “c”) de BoA. Quien buscó en dicha Wiki detalles de García Linera el 2 de abril, incluso días posteriores, pues, al llegar al párrafo de su liosa relación con el EGTK, o descerrajó una carcajada al aire o, inadvertido del significado de la sigla —un extranjero por ejemplo—, sencillamente se desinformó. Todo por una diablura.
La vida depara sorpresas en estos sitios virtuales a los que cualquier persona ingresa para decir lo que sea de cualquier otra y, a pesar de esto, la inmensa mayoría de la población confía a ciegas en lo que lee, a punto tal que han convertido a Wikipedia en manual de cabecera. En el caso de García Linera, el error no se ajustaba a ninguna de las dos advertencias de los wiki-editores: lo de ‘Túpac Katering’ no fue ni “laguna de contenido” ni “deficiencia de formato”. Ergo, no hay alerta que valga.
Internet, por el mismo argumento que esgrimía al principio para Wikipedia (su apertura), rebasó todo marco legal debido al libertinaje y las Wikis, en aras de la seriedad, no tendrían que servir para mucho más que informarse con beneficio de inventario. Lo de García Linera es solo una muestra de que la “enciclopedia de contenido libre que todos pueden editar” (tal su presentación), muy bien ajustada a la informalidad de este planeta en permanente construcción, tiene para ofrecer datos ciertos, pero también mentirosos.
Como en todo hay, por supuesto, internautas proclives a la solidaridad que con sentido altruista dedican horas de su vida a alimentar de información fidedigna a la proveída Wikipedia (en El País de Madrid se indicaba hace poco que a esta Wiki en inglés la escriben, regularmente, unas 30.000 personas). Y, siendo realistas, la fabulosa Google no sería la misma sin Wikipedia que, según el diario español, se ha vuelto “credo mundial”.
Hete aquí la cuestión; que sirva la anécdota del “EGTKatering” para llegar al problema de la “verdad”: ¿Wikipedia debería (con)tener la verdad y nada más que la verdad? ¿La tienen (o la tuvieron) las enciclopedias de papel? Y, pregunta-comentario de refilón: ¿tantos años con la biblioteca a la mano y ahora se nos da por buscar una palabra en la astringente Internet?
El articulista de El País Jorge Carrión tiene una visión impía del asunto que importa. Dice: “Es la cantidad y no la calidad lo que convierte una secta en religión. La Red está llena de sectas, pero cuatro son las religiones mayoritarias: Google, Facebook, Twitter y Wikipedia. Los cuatro rostros de Dios…”. ¡Epa! Si Dios estuviera finalmente en Internet, con rostro y todo, ¡parroquias y sotanas… en remojo!
No hay misterio divino en la ubicación de Dios, por más entusiasmo de las hordas de estreñidos en la Red. Un hombre sabio, Francisco, desconfía de las ONG y tuitea desde @Pontifex.
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