TENSIÓN. Un vehículo blindado para el transporte de tropas con una bandera rusa recorre una calle de Slaviansk, Ucrania.
EXPRESA RESPALDO AL GOBIERNO PROVISIONAL
Biden alienta en Ucrania una transición pacífica
Biden alienta en Ucrania una transición pacífica
Rusia acusa al Gobierno de Kiev de incumplir los compromisos asumidos la pasada semana en Ginebra para pacificar el país
Kiev/EFE
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó ayer a Kiev para respaldar a las autoridades ucranianas en su pulso con las milicias prorrusas del este de Ucrania.
La visita de Biden se produce después de que el domingo un tiroteo en la región insurgente de Donetsk incrementara de nuevo la tensión entre Kiev y Moscú, que en las últimas horas protagonizaron un cruce de acusaciones sobre la ruptura de la tregua declarada con ocasión de la Pascua ortodoxa.
Biden se reunirá hoy, martes, con el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, y con el primer ministro, Arseni Yatseniuk, con los que abordará la inestable situación en el país.
Además, estudiará los avances en materia de reforma constitucional y descentralización administrativa, dos de las demandas de los prorrusos, y la reestructuración de la alicaída economía ucraniana.
Con respecto a los acuerdos de Ginebra, el Departamento de Estado de EEUU advirtió a Moscú de las consecuencias si no cumple con lo acordado el pasado jueves en Ginebra, donde Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea aprobaron un documento para estabilizar la situación en el país.
ASISTENCIA ECONÓMICA
Según la prensa norteamericana, Washington está dispuesto a aumentar la asistencia económica y energética para impulsar las reformas en Ucrania, pero no se espera ningún compromiso en materia militar, aunque el Ejército ucraniano está muy necesitado de equipamiento moderno.
En víspera de la llegada de Biden, el presidente ucraniano acusó al ruso, Vladímir Putin, de intentar "destruir la Ucrania independiente" y denunció que su objetivo "consiste no sólo en apoderarse de parte del territorio de Ucrania, sino en desestabilizar la situación en todo el país".
Con respecto a los acuerdos de Ginebra, el Departamento de Estado norteamericano advirtió con consecuencias si Rusia no cumple con lo pactado, algo que puso en duda el propio presidente de EEUU, Barack Obama.
Rusia se comprometió a persuadir a las milicias prorrusas de que depongan las armas y desalojen los edificios públicos ocupados en varias ciudades del este de Ucrania, donde viven varios millones de rusos étnicos.
Pero el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó al Gobierno de Kiev de no mover "un solo dedo para eliminar las causas de fondo de esta profunda crisis".
"El acuerdo de Ginebra no sólo no se cumple, sino que se dan pasos, en primer lugar por los que usurparon el poder el Kiev, que lo contravienen flagrantemente", aseguró.
Lavrov recordó que uno de los puntos del acuerdo de Ginebra es la amnistía a los participantes en las protestas, pero que en lugar de ello las autoridades de Kiev "continúan deteniendo a los dirigentes políticos del sureste de Ucrania".
Y responsabilizó directamente del tiroteo del domingo a los ultranacionalistas ucranianos, aunque el Sector de Derechas, la fuerza de choque en los disturbios de Kiev que llevaron al cambio de Gobierno a fines de febrero, negó cualquier implicación.
La misión de la OSCE, encargada de velar por el cumplimiento de los acuerdos de Ginebra, logró acceder a la localidad de Slaviansk (Donetsk), uno de los baluartes de los rebeldes y donde rige un toque de queda, para investigar el tiroteo.
Guerra civil
A su vez, el ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, exiliado en Rusia, demandó la inmediata retirada del Ejército y la guardia nacional del sureste de Ucrania con el fin de evitar una guerra civil.
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