Miércoles, 23 de abril de 2014
 

Sergio Ramos y Arjen Robben se verán las caras hoy, en Madrid.
Sergio Ramos y Arjen Robben se verán las caras hoy, en Madrid.


El Madrid recibe al campeón, su bestia negra

El Madrid recibe al campeón, su bestia negra

Madrid / EFE

El Real Madrid, con su líder Cristiano Ronaldo recuperado para la gran cita, desafía a su bestia negra europea, el Bayern de Múnich, vigente campeón de la Liga de Campeones, en su cuarta semifinal consecutiva en la que busca dar el gran salto a la final y a la ‘Décima’.
Si hay un clásico del fútbol europeo por antonomasia es el que protagonizan Real Madrid y Bayern de Múnich. Mil imágenes para el recuerdo que abarcan desde el pisotón en la cabeza de Juanito a Lothar Matthaus al penalti a las nubes de Sergio Ramos en la tanda final de la última semifinal que protagonizaron. Los dos gigantes europeos se cruzaron en 20 ocasiones, con siete triunfos madridistas, dos empates y 11 derrotas.
No mirará a la historia el equipo de Carlo Ancelotti ni a los cinco cruces en semifinales que dieron forma a la leyenda de bestia negra del Bayern. En cuatro de ellas el Real Madrid se quedó a puertas de la gran final. Ahora, con la moral por las nubes tras conquistar el primer título de la temporada en Copa del Rey, dar el salto al cuarto intento es el único objetivo.
José Mourinho devolvió al Real Madrid el prestigio perdido en Europa, fulminó la maldición de octavos, y con Ancelotti se prolonga la progresión. El italiano conoce la ambición que existe en el madridismo por conquistar la “Décima” y con menor ruido a su alrededor, ya igualó el primer año del portugués. Campeón de Copa ante el gran rival en España, el Barcelona, y cruce con el rival a batir en ‘Champions’.
El Bayern de Pep Guardiola es el mayor examen de la temporada de un Real Madrid que firmó un camino de récord hasta los cuartos de final. Fue cuando recuperó la dosis de sufrimiento ante el Borussia Dortmund en un partido de vuelta en Alemania donde vio de cerca la peor de sus maldiciones. Por poco no tiró por tierra sus tres goles de ventaja de la ida.