El delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema (d), marca su gol ante el portero del Bayern de Múnich, Manuel Neuer (i), durante el partido.
LIGA DE CAMPEONES El Real Madrid sale airoso de un asedio constante del Bayern Múnich, en el Bernabéu
Primer golpe madridista
Primer golpe madridista
Madrid / EFE
El Real Madrid derrotó al vigente campeón de Europa, el Bayern de Múnich, en el primer capítulo de semifinales de Liga de Campeones, sobreviviendo a un asedio para imponer la pegada a la posesión y tomar ventaja en un duelo de puro fútbol con dos estilos dispares, que decantó el tanto de Karim Benzema (1-0).
Por cuarto año consecutivo, el Santiago Bernabéu se engalanaba para unas semifinales con sabor a clásico del fútbol europeo. El Bayern de la excelencia, retocado con maestría por Pep Guardiola, era el examen más duro de la temporada para el Real Madrid de Carlo Ancelotti.
Tumbar al Barcelona insufló el empujón moral que necesitaba un Real Madrid que no daba la talla en las grandes citas, salvo contadas ocasiones.
Los madridistas se convirtieron en guerreros que mostraban su raza en defensa. Cercados por su rival. Con Casillas preparado para lo peor. Empujados a jugar al contraataque con la velocidad de Di María y Cristiano.
Maniatado, el Real Madrid no tenía opción de jugar ni de adelantar su línea de presión. Vio como Robben chutaba y tapaba el disparo Ramos. Como un cabezazo de Schweinsteiger moría blando en manos de Iker. No había noticias madridistas cuando de golpe, de forma inesperada, salió a relucir su pegada. La primera vez que llegó a tres cuartos del campo, el pase en profundidad de Cristiano al desmarque de Coentrao culminó con asistencia medida a Benzema que marcó a placer (1-0).
Explotó de ilusión un estadio al que le costaba creer lo que veía. Fueron los únicos instantes del primer acto en los que el Bayern se tambaleó. De golpe la posesión sin profundidad fue alemana y las ocasiones madridistas. Di María sacó un pase medido a la cabeza de Cristiano que remató abajo a Neuer y otra contra letal acabó con un disparo del argentino, que pecó de egoísmo con Ronaldo desmarcado para chutar.
Las cartas estaban sobre la mesa en el segundo acto y con el marcador a su favor y sin la sorpresa inicial, el Real Madrid sabía a qué jugar. Mantuvo su solidez defensiva y con más espacios para explotar su virtudes ofensivas buscó un triunfo mayor. Lo evitó Neuer, que sacó abajo un disparo cruzado de Cristiano nada más reanudarse el partido.
En defensa Carvajal se imponía a un desconocido Ribery y era la insistencia de Robben el principal argumento de peligro. Casillas sacó los puños a un centro peligroso y detuvo con facilidad un disparo del holandés. Guardiola no paraba de quejarse en su zona técnica. Movió piezas en el tablero. Javi Martínez al centro del campo y Götze por Ribery.
Jugó mermado Cristiano y pese a ello dio todo en cada acción de ataque.
Entraba el héroe de Copa y Pepe, el mejor defensa en el campo, no pudo más y dejó su sitio a Varane.
El último cuarto de hora de la primera batalla fue de empuje alemán hasta la extenuación. El Real Madrid puso un muro que no se rompió salvo por un grave error que pudo costar la eliminatoria.
Tras un disparo de Müller buscando la escuadra que desvió Varane, llegó un exceso de confianza de Modric que pudo costar caro. Ramos arrasó con todo y el balón cayó al croata que regateó dentro de su área en vez de despejar. El balón perdido acabó en una ocasión de Götze que fusiló a Casillas y se encontró con la rápida reacción del capitán madridista.
Críticas a “Pep”
Franz Beckenbauer volvió a cargar contra la figura de Josep Guardiola, después de lo que fue derrota en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones frente al Real Madrid. “La posesión del balón no significa nada, hay que estar contentos porque no nos hicieron más de un gol”, disparó el alemán, quien ya había desautorizado al entrenador del Bayern Múnich en otra oportunidad
Recién habían transcurrido 45 minutos de la primera semifinal, cuando Franz Beckenbauer alzó la voz. Los números eran elocuentes en el estadio Santiago Bernabéu: los alemanes dominaban ampliamente en el terreno la posesión del balón pero el resultado les era adverso por el tanto de Karim Benzema. Pero el “Kaiser” no tuvo contemplaciones para con las intenciones del equipo conducido por Josep Guardiola.
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